Los productos químicos se perciben intrínsecamente como perjudiciales, mientras que las sustancias de origen natural se consideran positivas. La gente común suele ignorar por completo la dosis de una sustancia tóxica y clasifica incluso las cantidades más pequeñas de pesticidas como peligrosas —por ejemplo, los residuos químicos en los alimentos— sin justificación alguna.
Un informe de ORF aborda los complejos desafíos asociados con los diversos residuos en nuestros platos. Además de los pesticidas sintéticos, el informe también identifica las micotoxinas en los granos y las toxinas naturales como graves amenazas para la salud nutricional. Se demuestra una vez más que las sustancias naturales pueden ser altamente tóxicas, mientras que las sustancias producidas sintéticamente suelen ser inofensivas.
Y los productos fitosanitarios suelen ser esenciales. En el informe de ORF, el agricultor austriaco Lorenz Mayr va al grano: «Sin productos fitosanitarios, el campo se volvería estéril enseguida. Si la infección fúngica es grave, penetrará en los tubérculos y los pudrirá». El resultado directo sería una pérdida total de la cosecha. Mayr explica que el uso de pesticidas es esencial. Debe cumplir con unas directrices estrictas: «Existen normas estrictas sobre cuándo se pueden usar pesticidas. Lo principal es que podamos proteger nuestras plantas de las enfermedades para poder producir alimentos para la producción austriaca».
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