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La guerra entre el gobierno federal de Estados Unidos y las Big Tech continúa. El siguiente capítulo enfrenta al Departamento de Justicia (DOJ) de Biden, bajo la dirección de Merrick Garland, contra Apple, en el que el El Departamento de Justicia ha acusadoLa marca de consumo más innovadora de Estados Unidos con amplias violaciones antimonopolio. Esta acusación de conducta anticompetitiva merece un intenso escrutinio. Apple es una marca de tecnología de consumo tremendamente exitosa que inspira la lealtad de los consumidores como ninguna otra tecnología. ¿Entonces, cuál es el problema?

En el centro de la demanda del Departamento de Justicia está la afirmación de que Apple ha sofocado la competencia al construir barreras que impiden a los competidores ingresar al mercado de teléfonos inteligentes y funcionar en la plataforma de Apple. 

El Apple Watch es parte del caso del Departamento de Justicia. Argumentaron que Apple no admite relojes inteligentes de otros proveedores para sincronizarlos con iPhones y Macbooks. Esta es una extraña línea de ataque. 

Como escribí en La colina Semanas antes de que se revelara el caso:

“Imagínese al holgazán del aula explicándole al maestro que el estudiante sobresaliente al frente de la clase está siendo anticompetitivo al no compartir sus apuntes con él. Una cosa es penalizar maliciosamente o buscar incomodar a los consumidores por tener una variedad mixta de tecnología de Apple, LG, Samsung, Nokia y Google. Otra cosa completamente distinta es que el gobierno diga que Apple tiene que diseñar sus productos para que Samsung los aproveche y luego los ofrezca a sus clientes leales como un beneficio por no hacer negocios con Apple. Los investigadores están gastando dinero de los contribuyentes para descubrir por qué el Apple Watch funciona mejor con el iPhone que con marcas rivales”.

No es anticompetitivo no crear productos teniendo en cuenta a la competencia. Puede limitar el atractivo de su producto, su jardín amurallado donde cada dispositivo Apple se sincroniza muy bien con otro. Por eso dije "Apple es una marca de estilo de vida". Este enfoque ha hecho que Apple sea muy popular entre los consumidores. 

Una de las otras quejas clave descritas en la demanda es el control de Apple sobre su App Store, que según los críticos le da a la compañía una ventaja injusta sobre sus rivales. Sin embargo, lo que estos críticos no reconocen es que las estrictas pautas de la App Store de Apple están diseñadas para mantener los más altos estándares de calidad y seguridad para los usuarios.

Un usuario de Apple puede sentirse cómodo y seguro sabiendo que no hay malware ni aplicaciones ilícitas en la App Store. Está más controlado. Esto beneficia a los consumidores, aunque puede frustrar a los desarrolladores de aplicaciones, creadores de juegos y competidores tecnológicos. 

El ecosistema de Apple no es un plan nefasto para encerrar a los usuarios en sus productos, sino más bien un testimonio del compromiso inquebrantable de la empresa con la privacidad del usuario y la seguridad de los datos. Y no se equivoquen, el componente de privacidad y seguridad de los datos de la marca Apple los ha puesto antes en una posición de confrontación con el Departamento de Justicia y Seguridad Nacional. ¿Se supone que debemos creer que este factor no es parte de la motivación del Departamento de Justicia? 

A diferencia de otros gigantes tecnológicos que han sido criticados por su enfoque laxo respecto de la privacidad, Apple ha priorizado constantemente la protección de los datos de los usuarios, incluso si eso significa sacrificar cierto grado de interoperabilidad con dispositivos y servicios de terceros. Esta postura de principios debe ser elogiada, no condenada, particularmente en una era marcada por violaciones rampantes de datos y de privacidad. Apple hace el bien a los consumidores. 

En respuesta a la demanda, Apple señaló que las acciones del Departamento de Justicia amenazan con socavar los principios de la empresa que han hecho de sus productos sinónimo de calidad e innovación. En el Centro de elección del consumidor, nos inclinamos a estar de acuerdo. Los consumidores tienen un amplio poder de mercado para utilizar otros dispositivos y combinarlos como quieran. Hay más en este ataque del Departamento de Justicia a Apple de lo que parece, y puedes apostar que tiene poco que ver con el bienestar del consumidor.

Publicado originalmente aquí

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