Los gobiernos alrededor del mundo deben declarar guerras sin fundamentos, ilógicas y que terminan causando graves daños a los individuos de la sociedad. Una de estas guerras es la poco conocida pero extremadamente padecida “guerra contra las drogas”, iniciada en los setenta años y continuada por prolongadas administraciones de los Estados Unidos con la finalidad de perseguir la producción, el consumo y el comercio de ciertas sustancias psicoactivas, apareciendo con ello un caos de narcoviolencia a lo largo de América Latina (un proceso similar al que se vio en Estados Unidos en los años veinte, tras la famosa “Ley Seca” o la prohibición del alcohol, que desencadenó en la aparición de personalidades como Al Capone, mafias y violencia).

La prohibición del alcohol en los Estados Unidos fue un completo desastre que condujo a un mayor consumo de alcohol, un consumo no seguro, y enormes cárteles. La guerra contra las drogas en todo el mundo es un completo fracaso y en muchos casos resulto en politicas contraproducentes. Restringir o incluso prohibir la nicotina para adultos impulsará las actividades del mercado negro y, al mismo tiempo, concluirá el consumo de productos ya prohibidos. 

Sigamos los ejemplos de política pública que han dado buenos resultados, como es el caso de Portugal, un país que ha despenalizado todas las drogas y en los últimos veinte años incluso ha reducido los niveles de consumo, llegando a ser uno de los países de la Unión Europea con menor consumo de drogas como la heroína.

La equivocada guerra contra la nicotina

Este detalle trae una colación el informe publicado recientemente por el Consumer Choice Center y la World Vapers' Alliance, donde enfatizan en la declarada guerra contra la nicotina, señalando que hay razones empíricas para acabar con dicha guerra. Durante décadas, la nicotina ha sido sinónimo de fumar. Esto hizo que la mayoria de la gente creyera que la nicotina per se es la razón principal de los efectos negativos para la salud causados ​​por fumar. Si bien está claro que la mayoría de las personas no comenzarán a consumir nicotina si aún no lo hacen, es hora de evaluar la nicotina de manera total.

“le han quitado a los consumidores la capacidad de elegir un método alternativo que podría ayudar a dejar un producto que causa todavía mayores daños a la salud”.

Como todas las guerras contra todo tipo de sustancias, esta guerra contra la nicotina ignora la evidencia científica. El Servicio Nacional de Salud Británico, que sigue un enfoque pragmático hacia el consumo de nicotina y el vapeo, afirma que “si bien la nicotina es la sustancia adictiva de los cigarrillos, es relativamente inofensiva. Casi todo el daño por fumar proviene de los miles de otros químicos en el humo del tabaco, muchos de los cuales son tóxicos”.

Los expertos están de acuerdo en que, a lo que al tabaquismo respeta, el enemigo es el humo y no la nicotina. Lo que debería llevarnos a preguntar: ¿cómo colaboramos a que las personas dejen de fumar?

Los gobiernos nacionales o estatales a lo largo del mundo le han dado una respuesta (errónea y carente de respaldo científico) a dicha pregunta. ¿La solución? Pues prohibir los métodos alternativos para dejar de fumar, como por ejemplo el vapeo, que han ayudado a muchas personas a dejar el cigarrillo tradicional. Esto a pesar de que los datos muestran que los riesgos del vapeo y del tabaco son muy diferentes.

Así lo han hecho estados como Michigan y Massachusetts en los Estados Unidos, prohibiendo el acto de vapear o los productos de vapeo, mientras han dejado los cigarrillos tradicionales en venta libre. El problema aquí no es que “tampoco han prohibido el cigarrillo tradicional”, sino que le han quitado a los consumidores la capacidad de un método alternativo que podría ayudar a dejar un producto que causa todavía mayores daños a la salud.

Cabe remarcar que esto no es una apología de las drogas, de la nicotina, del cigarrillo o de lo que fuera. Es, simplemente, como lo dijo el autor Tomas Szasz (1920-2012), “el derecho a consumir”.

En el informe titulado “Guerra contra la nicotina” se señalan seis razones por las cuales la guerra contra la nicotina debe terminar: 

1. La gente consume nicotina, pero falla por fumar tabaco.
2. La nicotina en parches y chicles no es un problema; tampoco debería serlo en una bolsa o un vaporizador.
3. La adicción es compleja y no se resolverá combatiendo la nicotina.
4. La nicotina tiene beneficios terapéuticos.
5. La concepción errónea de la nicotina impide el progreso.
6. La proposición nunca funciona.

Gracias a la innovación, el consumo de nicotina puede por fin desvincularse de los efectos peligrosos del tabaquismo y, por tanto, ayudar a millones de fumadores a mejorar su salud. No obstante, la nicotina está demonizada. Lo mismo sucede con el vapeo, que, “como puede contener nicotina”, hay que prohibirlo. Entonces, ¿por qué los chicles y parches, que por cierto contienen nicotina, no están prohibidos? 

¿Cuál es la solución?

El punto está en que no hay que prohibir, hay que permitir y respetar la plena libertad del consumidor y del que quiere buscar métodos alternativos como el vapeo para dejar de fumar, así como encabezar campañas desde organizaciones de la sociedad civil para ayudar a concientizar sobre los daños que causa a la salud el acto de fumar.

Como señala Vaping Today, “defendamos la reducción de daños para salvar vidas y opongámonos al paternalismo que priva a los consumidores de la posibilidad de elegir”.

Reducir el número de fumadores y permitirles cambiar de forma rápida y eficaz a una alternativa menos perjudicial debería ser una de las principales prioridades de los gobiernos y los organismos de salud pública de todo el mundo. Por este motivo, nos tocará seguir insistiendo en acabar con las incongruentes prohibiciones al vapeo ya cualquier otra alternativa que ayude a la gente. Menos prohibiciones, más soluciones.

Publicado originalmente aquí

แม้ สถานการณ์ การ ระบาด ของ โควิด จะ มี แนวโน้ม ที่ ดี ขึ้น แต่ แต่ ทั่ว โลก ก็ ยัง คง เฝ้า ระวัง อย่าง ใกล้ชิด เพื่อ ให้ แน่ใจ ว่า ทุก ประเทศ เข้า ถึง จุด สิ้นสุด ของ วิกฤต โรค ระบาด อย่าง แท้จริง แท้จริง แท้จริง ประชาการ โลก จะ ภัย ความ ด้าน สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข สาธารณสุข ทั่วโลกจะคลี่คลายลง

แต่ สถานการณ์ ด้าน สาธารณสุข ที่ ยัง คง เป็น ปัญหา มา อย่าง ต่อเนื่อง คือปัญหาจากการสูบบุหรี่ ที่ ทุก ประเทศ ทั่ว โลก รวม ทั้ง ประเทศ ไทย ต่าง พยายามหาวิธี แก้ไข กัน มา ตลอด หลาย ทศวรรษ

ซึ่ง ดู เหมือน ว่า ใน กลุ่ม ประเทศ ที่ สนับสนุน และ ยอมรับ นโยบาย นโยบาย ด้าน การ ลด อันตราย จาก ยา สูบ จะ ข่าว ที่ น่า ยินดี เพราะ พบ ว่า จำนวน สูบ บุหรี่ ใน ประเทศ ลด ลง อย่าง มาก มาก ยก ยก มาก มาก ยก เช่น ใน สหราชอาณาจักร ที่ ระดับ การ ลด ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง ลง. ร้อยละ 25 ตั้งแต่ปี พ.ศ. 2556 ซึ่ง เป็น ช่วง เดียว กับ ที่ บุหรี่ ไฟฟ้า เริ่ม กลาย เป็น เป็น ที่ นิยม ใน ขณะ ที่ ใน ระยะ 4 ปี ผ่าน ผ่าน มา ยอด ยอด ขาย บุหรี่ ประเทศ ญี่ปุ่น ลง ลง ถึง 34 เปอร์เซ็นต์ ใน ขณะ ขณะ ที่ ยอด ขาย ผลิตภัณฑ์ ทาง เลือก ที่ น้อย เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น เช่น ผลิตภัณฑ์ ชนิด ไม่ เผา ไหม้ หรือ Calor no quema เพิ่ม ขึ้น เป็น 30 เปอร์เซ็นต์ ใน ปี พ.ศ. 2562

Inventario ผู้ ที่ ต้องการ นิโคติน ก็ จะ ยัง คง ใช้ นิโคติน ต่อ ไป แต่ อาจ จะ หา ทาง เลือก ที่ เป็น อันตราย น้อย กว่า มา ทดแทน การ สูบ บุหรี่ บุหรี่ บุหรี่

Lee el artículo completo aquí

Rokok saat ini merupakan salah satu permasalahan kesehatan publik terbesar yang dihadapi oleh berbagai negara di dunia, termasuk juga Indonesia. Sudah menjadi rahasia umum bahwa, rokok merupakan sumber berbagai penyakit kronis yang sangat berbahaya, seperti kanker penyakit jantung.

Di negara kita sendiri, rokok sebagai salah satu masalah kesehatan publik yang sangat besar merupakan pengetahuan yang sudah sangat umum. Indonesia sendiri merupakan salah satu negara dengan tingkat perokok yang paling tinggi di dunia. Di negara kita pada tahun 2021 lalu, diestimasi setidaknya ada 65 juta perokok dewasa di tanah air. Angka ini belum termasuk para perokok di bawa umur (finance.detik.com, 22/8/2021).

Angka yang tinggi ini tentu merupakan sesuatu yang sangat memprihatinkan. Jumlah perokok yang sangat tinggi de Indonesia sendiri tentunya telah memberikan beban biaya yang sangat besar terhadap sistem kesehatan di Indonesia. Pada tahun 2021 lalu misalnya, berdasarkan pernyataan dari Menteri Keuangan, Sri Mulyani, biaya yang dikeluarkan oleh sistem kesehatan publik di Indonesia (atau BPJS) karena penyakit yang disebabkan oleh rokok sebesar 10-15 triliun rupiah (finansial.bisnis.com, 13/12 /2021).

Jumlah ini tidak mencakup biaya yang dikeluarkan selain dari sistem BPJS. Secara total, diperkiarakan biaya medis yang dikeluarkan untuk pengobatan berbagai penyakit yang disebabkan karena rokok sebesar 17-27 triliun rupiah. Jumlah uang yang harus dikeluarkan tersebut tentu merupakan jumlah yang tidak kecil.

Untuk itu, tidak mengherankan bila berbagai pemerintahan di banyak negara di dunia memberlakukan berbagai aturan yang ditujukan untuk mengurangi hingga melarang warganya untuk mengkonsumsi produk-produk rokok. Berbagai aturan tersebut sangat bervariasi dari berbagai negara, mulai dari pengenaan kebijakan cukai atau pajak yang tinggi, larangan rokok dengan rasa tertentu, hingga larangan total untuk seluruh kegiatan produksi dan konsumsi rokok.

Pemerintah Indonesia sendiri juga menerapkan berbagai aturan dan kebiajkan publik yang ditujuan untuk mendorong seseorang berhenti merokok, atau setidaknya mengurangi insentif seseorang untuk membeli dan mengkonsumsi produk-produk tersebut. Salah satu kebijakan yang diberlakukan untuk hal conciso pero adalah melalui kebijakan cukai rokok yang tinggi.

Kebijakan cukai rokok ini tentu merupakan kebijakan yang sudah diketahui oleh banyak warga Indonesia. Angka cukai rokok di Indonesia juga semakin meningkat dari tahun ke tahun. Di awal tahun 2022 ini misalnya, pemerintah kembali meningkatkan cukai hasil tembakau, yang tentunya termasuk juga produk-produk rokok, sebesar 12% (newssetup.kontan.co.id, 24/12/2021).

Kebijakan ini tentu merupakan hal yang bisa dimengerti. Secara sekilas, bila pemerintah menaikkan harga suatu barang untuk dijual, sangat rasional bagi kita untuk beranggapan bahwa hal tersebut akan mengurangi insentif seseorang untuk membeli produk tersebut. Tetapi, ternyata ada pula kebijakan lain yang bisa diimplementasikan untuk mencapai tujuan tersebut, yakni kebijakan yang bertujuan untuk mengurangi dampak buruk, atau yang dikenal dengan nama “reducción de daños”.

Reducción de daños sendiri merupakan kebijakan yang diberlakukan bukan dengan melalui semakin mempersulit konsumen produk-produk tertentu yang sangat berbahaya bagi kesehatan, seperti rokok, untuk mendapatkan produk tersebut. Tetapi, hal tersebut dilakukan melalui dengan memberikan alternatif produk-produk lain yang lebih tidak berbahaya dan memiliki dampak buruk yang lebih kecil bagi para konsumen tersebut, agar mereka bisa perlahan-lahan menghilangkan kebiasaannya untuk mengkonsumi produk-produk yang sangat berbahaya.

Selama 15 tahun terakhir, kita sudah menyaksikan munculnya berbagai teknologi yang ditujukan untuk mengurangi dampak buruk dari konsumsi rokok konvensioanl yang dibakar. Beberapa teknologi dan produk-produk tersebut diantaranya adalah roko elektronik, alat untuk memanaskan tetapi tidak membakar tembakau (Calentar sin quemar), dan permen yang mengandung nikotin tetapi tidak mengandung tembakau sama sekali (Consumer Choice Center, 2022).

Tetapi, tidak sedikit kebijakan yang diberlakukan di berbagai negara yang justru menyamakan seluruh produk alternatif tersebut dengan produk rokok tembakau konvensional yang dibakar, meskipun berdasarkan penelitian produk-produk tersebut memiliki dampak negatif yang jauh lebih kecil dengan rokok konvensional yang dibakar. Berdasarkan laporan yang dikeluarkan oleh lembaga kesehatan publik asal Inggris, Public Health England (PHE) misalnya, menyatakan bahwa rokok elektronik atau vape 95% lebih tidak berbahaya bila dibandingkan dengan rokok konvensional yang dibakar (theguardian.com, 28/12/2018).

Oleh karena itu, sangat penting bagi para pembuat kebijakan untuk merumuskan dan membuat kebijakan publik yang dapat mempermudah mereka yang kecanduan rokok terhadap akses kepada produk-produk lain yang lebih tidak berbahaya. Pada saat yang sama, kita perlu juga mengkampanyekan mereka yang tidak merokok untuk tidak mengkonsumsi produk-produk tembakau, meskipun itu produk-produk tembakau alternatif yang lebih aman.

Sebagai penutup, hak untuk hidup sehat merupakan bagian dari hak asasi manusia yang dimiliki oleh setiap individu. Menyediakan dan mempermudah akses terhadap produk-produk tembakau dan nikotin alternatif yang jauh tidak berbahaya merupakan salah satu bagian untuk membantu mereka yang sudah kecanduan rokok untuk menghentikan kebiasaannya yang sangat berbahaya.

Publicado originalmente aquí

El consumo de cigarrillos en los Estados Unidos aumentó por primera vez en dos décadas en medio del persistente cabildeo de la salud pública contra alternativas menos dañinas como los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco para calentar, según un grupo internacional de defensa del consumidor.

“Nada ha sido más atroz y dañino en nuestra era actual que la negación persistente del lobby de salud pública del valor de reducción de daños de los productos de vapeo de nicotina y otras alternativas a los cigarrillos”, dijo el subdirector del Consumer Choice Center (CCC), Yaël Ossowski, en una publicación de blog. en el sitio web de la organización.

El Informe de cigarrillos de 2020 de la Comisión Federal de Comercio mostró que las ventas de cigarrillos en los Estados Unidos alcanzaron el nivel más alto en dos décadas. La cantidad total de cigarrillos vendidos por los principales fabricantes aumentó un 0,4 % en 2020 a 203 700 millones de unidades desde 2019. Representó el primer aumento en las ventas de cigarrillos en 20 años.

Lee el artículo completo aquí