PUBLICIDAD DIRIGIDA:
Para los usuarios, el beneficio de los anuncios dirigidos es que sus anuncios realmente les pertenecen. Para los anunciantes, como la peluquería local, el grupo ecologista o el candidato al concejo municipal, significa encontrar personas que compren lo que venden o defienden.
Pagan para llamar su atención en las redes sociales porque logran algo esencial: generar negocios, abogar por causas sociales o ganar elecciones.
La publicidad dirigida es una práctica innovadora. Ayuda a pagar los servicios que disfrutamos, incluso si no gastamos ni un centavo en los productos anunciados.
Pero debido a que está en línea y está conectando a las personas más que antes, los activistas y los políticos quieren desmantelar el funcionamiento de las redes sociales.
Detener la publicidad dirigida:
1. Restringir la innovación en línea
2. Restringir la elección del consumidor
Al eliminar la capacidad de las empresas locales de anunciarle en función de la información que proporcione, significaría detener la innovación que ha hecho que los productos de Internet sean populares, gratuitos y agradables.
Significaría menos creatividad en línea, menos redes innovadoras y menos capacidad para mantener competitivos los productos en línea.
Al detener la publicidad dirigida, restringiría su elección como consumidor al reducir las opciones que tiene en línea. Todos los servicios gratuitos desaparecerían virtualmente, lo que dificultaría que las comunidades y los usuarios más pobres encontraran plataformas para disfrutar.
Además, ya existen servicios gratuitos para bloquear o restringir la publicidad si los consumidores lo desean: navegadores de privacidad, VPN y bloqueadores de anuncios.
La prohibición total de los anuncios dirigidos desmantela grandes secciones de Internet y reduce severamente la cantidad de plataformas capaces de sobrevivir.