“Según el acuerdo provisional, la cuota original de 20 000 toneladas para la importación de pollo será reemplazada por una cifra de 70 000 toneladas métricas”, dijo Maria Chaplia, asociada de medios del Consumer Choice Center.

“Aunque estas cifras parecen prometedoras, los contingentes arancelarios en esencia son perjudiciales e infringen las opciones de los consumidores.

“Si bien limita el número de importaciones de pechuga de pollo que ingresan al mercado de la UE, la UE está creando una distorsión del mercado, lo que resulta en una disminución del bienestar del consumidor.

“En pocas palabras, el libre comercio es un intercambio que permite a cada parte ejercer su ventaja y beneficiarse de la ventaja de la otra.

“En ausencia de contingentes arancelarios, los consumidores europeos podrían disfrutar de un suministro significativamente mayor de pechugas de pollo a un precio más bajo.

“Aunque a los avicultores europeos no les gustará el resultado de este acuerdo, es muy importante no permitir que se interponga en el camino de esta negociación.

“El aumento de la cuota es digno de elogio. Sin embargo, no es algo por lo que estar muy entusiasmado.

“Idealmente, la UE no debería interponer restricciones comerciales en forma de contingentes arancelarios a expensas de los consumidores europeos y, en su lugar, debería facilitar el libre intercambio”.

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