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Tl debate sobre el Mercado Único Digital dentro de la Unión Europea continuará durante los próximos años. En lugar de políticas planificadas, las empresas tecnológicas necesitan libertad.

El Internet de las cosas describe la utilidad de conectar Internet con dispositivos cotidianos. Uno de los mejores ejemplos de tales dispositivos conectados son, por supuesto, los teléfonos móviles, pero ahora los automóviles están dando el salto al mundo conectado.

Pero la seguridad jurídica se interpone en el camino de avanzar rápidamente: en la Unión Europea, la narrativa es que los fabricantes primero deben decidirse por la tecnología que prefieren, ya sea WiFi o 5G. Sin embargo, ciertos productores ya han invertido en cualquiera de esos dos y aparentemente no están dispuestos a ceder un ápice hasta que estén seguros de haber perdido la batalla.

En julio, el gobierno alemán publicó un documento de posición sobre el tema de estas tecnologías futuras. Político escribió:

“El gobierno alemán se está preparando para respaldar el uso de Wifibasada en tecnología para vincular coches conectados, argumentando 5G la tecnología aún no está lo suficientemente madura como para ofrecer”.

El documento que el gobierno alemán publicó argumentando que “la industria debería centrarse en la tecnología que utiliza corto alcance, Wifi-señales basadas”. Como respuesta, algunos fabricantes de automóviles apoyaron al gobierno, mientras que los fabricantes dijeron que Berlín debería respaldar la tecnología 5G.

El directorio general de la Comisión Europea está a la espera de presentar un acto delegado hasta que concluya el debate en torno a la tecnología. Unos 16 estados miembros ya están invirtiendo en tecnologías de carretera para automóviles conectados.

Al regular los medios tecnológicos que los productores deberían preferir, los estados miembros de la UE no solo permiten el aumento de los incentivos de cabildeo en ambos lados, sino que también hacen que algo fácil parezca inviable.

Este bloqueo de una tecnología específica impide la flexibilidad de los mercados en tecnologías emergentes y desalienta la inversión en I+D, lo que probablemente provocará que las telecomunicaciones europeas queden por debajo de la calidad de las de mercados tecnológicos más liberales, como Estados Unidos y China.

En general, el principio de "¿por qué no podemos tener ambos?" se aplica. Por lo tanto, los siguientes pasos son necesarios:

Necesitamos una regulación de las tecnologías innovadoras basada en los fines, en lugar de en los medios, para garantizar que se logren ciertos resultados deseados, pero que la innovación para lograr esos resultados esté asegurada. Si se estipula una tecnología específica a corto plazo, debido a preocupaciones como la interferencia, se deben tomar disposiciones de modo que una tecnología más nueva active una cláusula de caducidad en la regulación específica de la tecnología, y que se mantenga la competencia en la implementación.

Es necesario crear entornos, similares al Sandbox de la FCA en el Reino Unido, de modo que se puedan realizar inversiones especulativas en nuevas innovaciones en Europa, en lugar de simplemente adoptar tecnologías desarrolladas en el extranjero. Liberar las nuevas tecnologías de las regulaciones existentes es esencial para permitir que la UE se convierta en un hogar para la experimentación disruptiva. Si los políticos de Bruselas están desesperados por tener un Facebook, Google o Amazon europeos, esto es lo que deberían hacer.

Publicado originalmente aquí 

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