Tbilisi, Georgia exige que todos los taxis sean blancos: ¡los activistas responden con educación de libre mercado sobre ruedas!
En octubre de 2019, la capital de Georgia, Tbilisi, introdujo reglas más estrictas que definen los servicios de taxi en la ciudad. El antiguo sistema muy abierto y competitivo fue reemplazado por la obligación de pintar los taxis de blanco si quieren recoger pasajeros en la calle. La nueva ley también obliga a los taxis a ser vehículos con el volante a la izquierda. En un país relativamente pobre como Georgia, la mayoría de los autos son autos usados importados y vienen de ambos países con tráfico por la izquierda y por la derecha. Ambas medidas están agregando costos a los taxistas y, en última instancia, a los consumidores.
Activista político y líder del Partido Girchi, Zurab Japaridze ideó una solución innovadora para eludir estas nuevas regulaciones. Él y su partido establecieron una empresa llamada Shmaxi que ofrece a los taxistas desempleados que lleven a los pasajeros mientras los educan sobre los beneficios de la libertad. Los pasajeros no pagarán por la distancia recorrida sino por la duración de su sesión educativa. Los conductores pueden realizar la sesión ellos mismos o reproducir un audiolibro en el automóvil. Parte del canon educativo son los libros y ensayos del Premio Nobel Milton Friedman.
Japaridze le dijo a JAM News: “La empresa contratará conductores/educadores que transmitirán ideas sobre la libertad a los pasajeros y les hablarán sobre el bien y el mal. Si los conductores carecen de los conocimientos necesarios, realizaremos sesiones de capacitación y proporcionaremos materiales de video que los pasajeros puedan escuchar”.
Estos servicios educativos sobre ruedas permiten a los consumidores de Tbilisi elegir entre los servicios de taxi recién regulados y el Shmaxi, que suele ser más barato y divertido. Más de 500 conductores también se han inscrito para conducir Shmaxis por la ciudad.
La activista Mariam Ivanidze me dijo que “Algunos conductores de Shmaxi dicen que ganan más a través de nuestra empresa que a través de los principales taxis”. Shmaxi no es solo un éxito político sino también comercial.
Shmaxi también comenzó a operar en la ciudad georgiana de Kutais para advertir a los reguladores locales que no repitieran las devastadoras regulaciones de taxis de Tbilisi.
Esta es una victoria creativa y maravillosa para la elección del consumidor y podría inspirar a los defensores de la competencia en los mercados de taxis de todo el mundo.
Ahora me pregunto si debería lanzar Shmaxi London como respuesta a la reciente decisión de Transport for London le quitará la licencia a Uber… Escuchar la biografía de Thatcher mientras conduce de Mayfair al aeropuerto de Londres Heathrow sería una forma entretenida de matar el tiempo atrapado en el tráfico.