El impresionante historial de generación, importación y suministro de energía de Suiza para empresas y hogares hace posible su reconocida prosperidad. El país tiene el sistema eléctrico más limpio entre los 31 países de la Agencia Internacional de Energía, y emite la menor cantidad de dióxido de carbono por cada kilovatio de energía generada. A pesar de una población en aumento, Suiza ha logrado reducir las emisiones de carbono en 18,3% desde 1990 mientras experimenta un crecimiento económico continuo.

Sin embargo, el país enfrenta desafíos por el impacto de la invasión rusa de Ucrania en el mercado energético suizo y las crecientes demandas del cambio climático. Para abordar estos problemas, el gobierno suizo planea promulgar una estrategia energética destinada a lograr la neutralidad de carbono para 2050. Entre las políticas incluidas en el plan se encuentran fuertes subsidios para energía renovable y el cierre de plantas de energía nuclear. Como dejará en claro este informe, cualquier hoja de ruta prescrita para descarbonizar la economía suiza pone en riesgo el sector energético diverso y estable de Suiza, la seguridad energética y la asequibilidad. En cambio, el informe recomienda adoptar un pensamiento regulatorio dinámico basado en la competencia, las señales del mercado y la neutralidad tecnológica para garantizar un sistema energético resistente y diverso.