Mientras Europa discute sobre la situación laboral de los conductores y repartidores empleados en el sector de la economía de plataforma, Colombia enfrenta un tipo de problema completamente diferente.
Después de haber operado en el país durante seis años en una zona gris legal, Uber se vio obligada a salir del mercado colombiano ante la reiterada resistencia de las empresas de taxis y los conductores. A partir de 2020, Uber tenía 2,3 millón usuarios de todo el país.
Debido a la popularidad de Uber, los taxistas colombianos, que tienen que pagar tarifas extremadamente altas para adquirir las licencias de operación, sintieron que estaban en desventaja. Presentaron una demanda contra Uber. Según un abogado que lleva el caso, otras aplicaciones de transporte por solicitud presentes en el mercado, como Didi, Beat, Cabify, iban a ser demandadas. Siguiente. Usar a Uber como chivo expiatorio por su éxito no ayuda a nadie, pero, sobre todo, perjudica a los consumidores.
El tribunal decidió que Uber efectivamente había violado las reglas de competencia y se le ordenó cesar sus operaciones en todo el país.
Las plataformas de economía colaborativa son innovadoras y adaptables; su espíritu emprendedor es sobresaliente. Uber encontró una laguna en el fallo de la corte que rápidamente los ayudó a volver al mercado. El alquiler de coches es completamente legal y Uber ideó un nuevo modelo de negocio que permitía a los usuarios alquilar un vehículo con un conductor. La decisión judicial pronto fue revocada, pero Uber sigue siendo ilegal. Sus conductores piden a los pasajeros que tomen el asiento delantero para evitar la atención no deseada de la policía, lo que podría resultar en multas y/o la confiscación de sus vehículos.
La disponibilidad de aplicaciones de transporte compartido como Uber en el mercado colombiano ofrece una alternativa a los taxis tradicionales. Sin embargo, ambos son igualmente importantes. Ambos servicios tienen su público objetivo. Los gobiernos no deberían intervenir prohibiendo o creando condiciones desfavorables, de modo que los conductores teman ser detenidos por la policía y recibir multas significativas. Los consumidores deben optar por usar sus teléfonos inteligentes para organizar un viaje o tomar un taxi en la calle.
Uber resuelve muchos problemas del mercado colombiano que preocupan a los consumidores. Primero, es seguridad. En Colombia, los taxis tienen la reputación de ser generalmente inseguros. En 2018, por ejemplo, “se perpetraron 15% de robos cuando la víctima utilizaba un medio de transporte Servicio“. Uber y su principal competidor en Colombia, Didi, al ofrecer funciones de seguridad adicionales, brindan una solución innovadora a este problema.
Un equipo de soporte de seguridad dedicado le permite obtener ayuda o informar un incidente y proporciona un excelente sistema general de soporte al cliente. Durante el viaje, la aplicación le permite compartir los detalles de su viaje con personas de confianza, lo que aumenta aún más la sensación de seguridad.
En segundo lugar, Uber es transparente. Cuando usa Uber, conoce el cargo aproximado incluso antes de ordenar el viaje, y si tiene alguna duda, el historial de cada viaje se registra y es de fácil acceso. Por otro lado, no tienes la misma transparencia al usar los servicios de taxi. Los conductores pueden tomar una ruta más larga, fingir no tener cambio o redondear la tarifa y pedir más de lo que marca el taxímetro con la única razón de que “es domingo” como me pasó a mí en una ocasión en Colombia.
La disponibilidad de Uber y otros servicios de economía colaborativa es una parte importante del atractivo de Colombia como centro nómada digital. Los trabajadores remotos independientes de la ubicación que utilizan la tecnología para realizar su trabajo confían en las plataformas de economía colaborativa para sus necesidades de alojamiento y transporte. Como empresa de confianza internacional, Uber es el modo de transporte preferido por las razones antes mencionadas. Tratar con taxis puede ser mucho más complicado para las personas que no hablan el idioma local, pero con Uber conduces con certeza y seguridad. Incluso si Uber puede ser más caro durante las horas pico, vale la pena pagar un poco más para otros nómadas digitales con sede en Colombia y para mí.
La vida de los consumidores ha cambiado con la aparición de los servicios de transporte compartido. Prohibir un servicio preferido por millones de consumidores en el país sienta un precedente equivocado y pone en peligro el futuro de los servicios innovadores ya establecidos o emergentes. Colombia debe adoptar la innovación, fomentar el espíritu emprendedor y facilitar las barreras de entrada para más servicios de economía colaborativa.