Las apuestas deportivas se han convertido en una apuesta ganadora en Estados Unidos, con un auge tras la derogación en 2018 de la Ley de Protección del Deporte Profesional y Amateur (PASPA). Desde entonces, los ingresos se han disparado, millones de estadounidenses han adoptado las apuestas legales y más estados han abierto sus mercados para satisfacer la creciente demanda de los consumidores. Sin embargo, el camino hacia la legalización total ha sido desigual, con debates sobre los mercados negros, el bienestar del consumidor y los desafíos regulatorios que siguen configurando el panorama. Este índice ofrece un análisis estado por estado de las políticas de apuestas deportivas, destacando los éxitos, los reveses y las oportunidades de mejora.
Nuestra segunda edición del índice se basa en el análisis existente utilizando información pública proporcionada por Informe deportivo legal y el Fundación Fiscal, información proporcionada por las autoridades estatales, Actualizaciones legales en tiempo realRegistros de las autoridades fiscales y artículos de prensa sobre el tema. Los lectores descubrirán una nueva evaluación de la tributación y la discriminación fiscal en las apuestas deportivas. Se han ampliado las categorías anteriores con evaluaciones más detalladas de cada caso y un sistema de puntos reponderado. Hemos añadido una sección completa sobre la metodología que detalla y justifica cada variable. Al igual que en el Índice Estatal de Vapeo de EE. UU. de 2024, las puntuaciones ahora tienen un sistema de calificación de A+, A, B, C, D y F.
Tenga en cuenta que los cambios legales reflejan la última información disponible al momento de este informe (abril de 2025).
A nivel macro, la característica que define el panorama actual de las apuestas deportivas en EE. UU. es la consistencia, especialmente en cuanto a las barreras regulatorias y la tributación. Al igual que en la evaluación anterior, la puntuación media en todos los estados es de 29,5 sobre 55 (una sólida calificación de "C"), lo que refleja una tendencia generalizada a la legalización parcial, limitada por regulaciones complejas y, a menudo, onerosas. Estados como Massachusetts ejemplifican este punto medio, con legalización formal, pero numerosas restricciones sobre los tipos de apuestas y altas tasas impositivas efectivas que socavan la innovación en el mercado. Mientras tanto, jurisdicciones con altos impuestos y estrictas regulaciones, como Nueva Jersey y Montana, se enfrentan a desafíos estructurales que impulsan a los consumidores hacia mercados no regulados; este último constituye una clara advertencia sobre las consecuencias de los monopolios estatales y la exclusión digital.
En el extremo opuesto, estados como Nevada, Iowa, Wyoming, Kansas y Virginia Occidental ofrecen un modelo para entornos de apuestas deportivas eficaces, competitivos y favorables al consumidor. Sus estructuras fiscales equilibradas, su alta accesibilidad al mercado y sus mínimas restricciones no solo promueven un crecimiento saludable de la industria, sino que también sirven como baluarte contra el juego ilegal. En resumen, si bien el panorama legal ha madurado, la mayoría de los estados siguen estancados en marcos anticuados o excesivamente cautelosos, y solo unos pocos demuestran todo el potencial de una regulación rigurosa y orientada al mercado.
Hay varias ventajas para las políticas y los consumidores al elegir los catorce estados con calificaciones A+ y A para apuestas deportivas, como tener el conjunto completo de opciones de apuestas en línea y minoristas, casi ninguna restricción sobre cómo se puede apostar legalmente, un grado significativo de competencia en el mercado que ofrece buenos servicios a precios más bajos y un régimen fiscal bajo, no discriminatorio y eficiente.
Nota de investigación: Nos esforzamos por mejorar la calidad de los datos subyacentes de este índice todos los años y pretendemos perfeccionar aún más su metodología. A veces nos enfrentamos a información contradictoria, indicadores medidos de forma diferente en los distintos estados y cambios constantes en la legislación (donde se puede aprobar un proyecto de ley estancado o se abandona repentinamente una ley). Pedimos a los lectores del índice que reconozcan las dificultades de trabajar con datos heterogéneos y advertimos a los usuarios que sean conscientes de las complicaciones subyacentes.
Además, lo que hace que un estado sea "bueno" para cada individuo puede tener un componente cualitativo distintivo. Por lo tanto, recuerden que nuestras evaluaciones son estrictamente cuantitativas y se basan en políticas públicas. No estamos emitiendo un juicio moral sobre la bondad o maldad de un estado ni minimizando las experiencias personales en torno a las apuestas deportivas al clasificar un estado por debajo de otro. Simplemente destacamos las conclusiones basadas en los datos disponibles al momento de este índice.
Director de investigación
Analista de asuntos de EE. UU.
Directora de Medios
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