El fin del impuesto tecnológico ayudará a las empresas emergentes

La decisión de la India de retirar el impuesto de igualación del 6 por ciento, también conocido como el “impuesto Google”, marca un cambio de paradigma en el enfoque del país hacia la tributación digital.

La decisión de India de retirar el impuesto de igualación del 6%, también conocido como el "Impuesto Google", marca un cambio de paradigma en la estrategia nacional de tributación digital. Implementado inicialmente en 2016, el impuesto buscaba equilibrar las condiciones entre los proveedores de servicios digitales nacionales y extranjeros. Sin embargo, se convirtió en un tema de controversia y tensó aún más la relación comercial con Estados Unidos, impactando negativamente la elección del consumidor y la innovación en el ámbito digital. 

India reportó un superávit comercial de $ 45.7 mil millones, lo que generó preocupación entre las autoridades estadounidenses. India busca mitigar esta tensión, especialmente tras el anuncio estadounidense de aranceles extensivos sobre automóviles y otros productos de fabricación extranjera. India busca fomentar un entorno empresarial favorable para gigantes tecnológicos estadounidenses como Amazon, Meta y Google, gravemente afectados por el impuesto. Si bien los legisladores introdujeron el Impuesto Google para promover la equidad fiscal, este finalmente resultó en una carga de costos para las empresas indias. Los grandes gigantes tecnológicos, en lugar de absorber los impuestos, los transfirieron a los anunciantes, principalmente startups, pymes y empresas independientes.

Este cambio obligó a las entidades a aumentar el coste de los servicios o a reducir su alcance digital, lo que limitó su presencia en los mercados online y obstaculizó su capacidad de innovación y competitividad. Quienes apoyaban el impuesto argumentaban que los gigantes tecnológicos extranjeros se beneficiaban de los usuarios indios sin contribuir adecuadamente a la economía local. Sin embargo, esta política impuso, inadvertidamente, elevados costes publicitarios a las startups y pequeñas empresas indias. Los emprendedores tecnológicos que buscaban expandir sus negocios se enfrentaron a elevados gastos debido a las nuevas medidas fiscales que dificultaban su acceso a plataformas globales a precios asequibles.

Esta situación fue similar a la de Francia, donde el impuesto a los servicios digitales provocó que gigantes tecnológicos como Amazon aumentaran las comisiones de los vendedores en un 3%, lo que supuso una carga para los consumidores y las pequeñas empresas. El mayor problema de la tributación digital proteccionista es cómo socava la capacidad de elección del consumidor. La decisión de India de retirar el impuesto señala un reconocimiento de que estas políticas no fomentan la competencia, sino que crean barreras de costos que perjudican a los consumidores. Desde la perspectiva del consumidor, este es un cambio prometedor, ya que limita la intervención y evita esquemas tributarios que sofocan la innovación y la sana competencia. 

La retirada de la "Tasa Google" por parte de India es un paso positivo hacia un mercado digital más abierto y competitivo. Esta medida marca un cambio hacia un entorno saludable, que garantiza la coexistencia y la prosperidad en armonía entre grandes y pequeñas empresas. Sin embargo, India debe mantenerse alerta en sus negociaciones comerciales, asegurándose de que estos cambios en las políticas conduzcan a condiciones comerciales recíprocas y justas por parte de Estados Unidos, en lugar de verse como si sucumbiera a la presión de Washington. India cuenta con las herramientas adecuadas y, con un marco regulatorio adecuado que priorice la elección del consumidor y la competencia en el mercado, puede convertirse en un líder global en la economía digital.

Publicado originalmente aquí

Compartir

Seguir:

Otros éxitos mediáticos

Suscríbete a nuestro boletín