La estricta prohibición de Tailandia sobre los productos de vapeo que contienen nicotina, vigente desde 2014, ha sido aclamada por las autoridades como una medida necesaria para proteger la salud pública, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, un análisis más detallado revela que esta prohibición podría tener más efectos negativos que positivos para los consumidores y la comunidad de salud pública en general.
En su artículo “La prohibición de vapear con nicotina en Tailandia perjudica a los consumidores y a la salud pública.”, el Consumer Choice Center (CCC), un grupo de defensa global que apoya la reducción de daños, argumenta de manera convincente que esta prohibición generalizada ignora la evidencia científica, alimenta un mercado negro peligroso y priva a los fumadores de un método probado y verdadero para reducir los riesgos para la salud.
Se ignora el fundamento científico de la reducción de daños
La evidencia evidente de que vapear es una opción menos peligrosa que fumar tabaco quemado es la base de esta conversación. Según investigaciones universitarias fiables, los cigarrillos electrónicos son hasta un 95% menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, incluyendo estudios de Salud Pública de Inglaterra.
Dado que el vapeo elimina el proceso de combustión que produce alquitrán y numerosos carcinógenos, principales causas de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como las cardiopatías y el cáncer de pulmón, esta estadística debería servir de alerta para Tailandia, ya que las enfermedades relacionadas con el tabaquismo se cobran la vida de más de 81.000 personas al año. Sin embargo, la prohibición total del vapeo por parte del gobierno ignora esta información e impide que los fumadores tengan opciones más sensatas para reducir los daños o dejar de fumar.
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