La cuestión
En mayo de 2017, los legisladores de la República de Georgia intentaron impulsar una prohibición de marca en todos los productos de tabaco. A pesar de la importancia del tema, la opinión pública fue dejada de lado en el debate.
La medida de política fue provocada por los incentivos monetarios proporcionados por el gobierno del Reino Unido al presupuesto de Georgia, a través de la Proyecto Convenio Marco para el Control del Tabaco 2030. En consecuencia, habiendo hecho la vista gorda sobre el proceso de consulta adecuado y la evidencia científica de la ineficacia de tal política, los parlamentarios georgianos se propusieron aprobar rápidamente una ley sobre la prohibición de marcas, así como otras restricciones publicitarias significativas.
La respuesta de la CCC
En 48 horas, el Consumer Choice Center (CCC) desplegó un grupo de trabajo de expertos y voluntarios para establecer tiendas emergentes en lugares muy frecuentados en Tbilisi con el fin de mostrar cómo sería un mundo sin marcas.
Además, seis estaciones de televisión entrevistaron a los expertos de la CCC y varios medios cubrieron esta campaña exponiendo a los georgianos a lo que habían planeado sus responsables políticos a puertas cerradas. También se publicaron varios artículos impresos y de opinión como parte de la misma campaña.
El impacto
La libertad de marca en la República de Georgia se salvó durante al menos otros cinco años, cuando, el 26 de julio de 2017, el Parlamento de Georgia aprobó una enmienda para trasladar la fecha límite para implementar prohibiciones de marca del 1 de enero de 2018 al 31 de diciembre de 2022.
Durante la campaña, la CCC usó los ejemplos de Australia y Francia para mostrar que después de implementar prohibiciones similares, las tasas de tabaquismo no disminuyeron, pero el uso de cigarrillos falsificados aumentó, creando más daño para los consumidores. Desde la introducción de prohibiciones de marca en 2012, la tasa diaria de fumadores en Australia se ha mantenido estable en 12%. Sumado a eso, al mismo tiempo, la cuota de mercado del tabaco ilegal en Australia ha aumentado 30%, ya que el tabaco de contrabando se ha convertido en una vía lucrativa para los contrabandistas. Esto ha resultado en más de $1.6 mil millones de AUD en ingresos fiscales perdidos, según el Sydney Morning Herald.
Lo que nos enseñó Australia es que prohibir las marcas no reduce el tabaquismo. Desalienta las alternativas y crea un sólido comercio ilegal en el mercado negro.
En Francia, cuando se introdujo una política similar, el gobierno prometió a los fabricantes que podrían comprar los paquetes restantes, ahora ilegales. Lograr esto, gastaron 100 millones de euros EUR en cigarrillos para quemarlos. Las tasas de tabaquismo tampoco disminuyeron en Francia después de la introducción de prohibiciones de marca.