Washington DC – Esta semana, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses dio a conocer una nueva versión del Ley de seguridad infantil en línea, un proyecto de ley que tiene como objetivo imponer diversas restricciones y requisitos a las plataformas tecnológicas utilizadas tanto por adultos como por menores.
Yaël Ossowski, subdirectora del Consumer Choice Center, un grupo de defensa del consumidor con sede en Washington, DC respondió:
“Este proyecto de ley es constitucionalmente dudoso y crearía nuevos poderes que deberían asustar no sólo a todos los padres sino también a todos los usuarios de plataformas digitales como las redes sociales. Al redactar nuevas reglas federales para “proteger” a los niños en línea, el efecto real será degradar significativamente la experiencia de todos los usuarios y al mismo tiempo poner en riesgo su información personal confidencial”.
los Centro de elección del consumidor cree firmemente que si el Congreso aprobara un proyecto de ley de este tipo, los legisladores se alinearían con la idea de que el gobierno debería tener la última palabra sobre el acceso de los jóvenes a Internet, disminuyendo así el papel de los padres en la vida de sus hijos.
“Hay formas de proteger a los niños en línea, pero eso comienza en casa con la autoridad y supervisión de los padres. Es una opción falsa aceptar el control de toda una generación respecto de una tecnología que se ha vuelto tan integral en la vida diaria y contribuye a su desarrollo como ciudadanos responsables”, añadió Ossowski.
Los defensores de la privacidad y del consumidor son haciendo sonar la alarma sobre lo que esta ley significaría en la práctica. Las normas que emanan de Washington y que otorgan el “deber de diligencia” a los funcionarios gubernamentales erosionarán la autoridad de los padres y la elección del consumidor en línea. El proyecto de ley busca controlar las “características de diseño” y limitar la inclusión por parte de los desarrolladores de sistemas de recomendación personalizados, notificaciones, filtros que alteran la apariencia y compras dentro del juego para aplicaciones utilizadas por menores. Se trata de una ofensiva no sólo contra las funciones que funcionan funcionalmente para ciertas aplicaciones, sino también contra las funciones que las hacen divertidas para los usuarios.
"KOSA está fundamentalmente equivocada" concluyó Ossowski. “Nosotros, como sociedad, debemos confiar en que los padres tienen el derecho último de decidir si sus hijos acceden o no a determinados sitios web o servicios, y no en los funcionarios gubernamentales indiferentes sentados en Washington. Nadie sabe más que los padres qué es lo mejor para sus hijos”.
Las consultas de los medios y las solicitudes de entrevistas pueden enviarse al director de medios Stephen Kent: Stephen@consumerchoicecenter.org
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