“El intento de los ministros de la UE de aumentar la cuota de contenido europeo en los servicios de transmisión digital al 30 por ciento terminará perjudicando a los consumidores al aumentar artificialmente los precios para todos. Beneficia a los productores en algunos países y los perjudica en otros. En general, solo terminará aumentando los costos para todos los ciudadanos europeos.
El objetivo de fomentar más artes y películas europeas es noble, pero no debe hacerse a expensas de los europeos comunes que prefieren tomar sus propias decisiones sobre el contenido que les gustaría consumir”.
— Yaël Ossowski, directora de relaciones públicas de Consumer Choice Center, una organización global de derechos del consumidor.