La FCC se está preparando para votar una orden para ampliar el Programa E-Rate, que aunque bien intencionado, podría acabar siendo un mal negocio para los consumidores. La orden propone permitir que las escuelas y bibliotecas compren puntos de acceso Wi-Fi y servicios inalámbricos de Internet para uso fuera de sus instalaciones, ampliando el alcance del programa mucho más allá de su alcance original.
los Fondo de Servicio Universal (USF), que apoya el programa E-Rate, se financia mediante un impuesto sobre las facturas telefónicas de los consumidores. Actualmente, este impuesto se sitúa en un nivel asombroso. 34.4%, un notable aumentar de años anteriores. Ampliar el programa E-rate sólo ejercería más presión sobre este impuesto y lo encarecería aún más para los consumidores. Con numerosas iniciativas federales y estatales ya canalizando miles de millones de dólares a programas de banda ancha, agregar más presión financiera a los consumidores a través de aumentos de impuestos no es la opción prudente.
¿Para qué sirve E-Rate?
El objetivo principal del programa E-Rate siempre ha sido proporcionar conectividad a escuelas y bibliotecas, pero financiar servicios inalámbricos y Wi-Fi fuera de las instalaciones desviaría el programa de su propósito previsto. Esta medida podría diluir la eficacia del programa E-Rate y desviar recursos para garantizar que las instituciones educativas y las bibliotecas realmente tengan una conectividad sólida.
Una preocupación crítica dentro de la expansión propuesta es la posibilidad de que se produzca una construcción excesiva redundante y despilfarradora de las redes existentes. Los fondos E-Rate a veces tienen llevado a El gasto ineficiente y la infraestructura duplicada y las salvaguardias propuestas en el nuevo orden son insuficientes para evitarlo. Con tantos programas ya existentes para abordar el acceso a la banda ancha, esta expansión corre el riesgo de un uso innecesario y derrochador de fondos.
El comienzo de una superación de la tasa electrónica de la FCC
La ampliación del programa E-Rate para financiar dispositivos de consumo y servicios de Internet fuera de las instalaciones excede la autoridad legal de la FCC. El Congreso ha limitado específicamente el programa E-Rate a mejorar la conectividad dentro de las aulas y bibliotecas, por lo que el intento de la FCC de extender este mandato va más allá de lo que permite la ley. Estas acciones socavan el marco legal y podrían resultar en reveses que retrasarán aún más el compromiso de la FCC de racionalizar el financiamiento federal de banda ancha que ayuda a que los consumidores desatendidos y desatendidos se conecten a Internet.
La FCC debería centrarse en optimizar el programa E-Rate existente para cumplir su misión principal de aumentar la conectividad dentro de las escuelas y bibliotecas, sin excederse en su autoridad y aumentar los impuestos. Los consumidores quieren estar conectados a Internet, pero las acciones recientes de la FCC nos dejan preguntándonos si alguna vez cerrarán la brecha digital y cuándo.
Conclusiones sobre la expansión de E-Rate
- Optimice el programa E-Rate existente para centrarse en la conectividad dentro de las escuelas y bibliotecas.
- Evite extender el programa E-Rate a Wi-Fi fuera de las instalaciones para evitar aumentos en los impuestos al consumidor.
- Asegúrese de que el programa E-Rate cumpla con su autoridad legal, centrándose en las aulas y bibliotecas.
- Agilizar la financiación federal de banda ancha para conectar eficazmente a los consumidores desatendidos y desatendidos.