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El precio del combustible es demasiado alto Ficha informativa: Fiscalidad de los vehículos de motor en la UE

Introducción

Este trabajo tiene como objetivo mostrar en qué países de la UE los conductores de automóviles con motor de combustión interna disfrutan de mayor libertad y cuáles están más gravados por los impuestos. La gran parte de los costos de movilidad en la mayoría de los estados miembros de la UE provienen de impuestos y aranceles. En este documento, nos centramos en los vehículos de motor personales (automóviles de pasajeros). Analizamos las tasas de matriculación en la Unión Europea, así como la próxima prohibición de venta de vehículos de motor. Argumentamos que la participación del gobierno en el precio de la gasolina y el diesel es excesivamente alta, y que es fundamental que la UE adopte la neutralidad tecnológica.

Los propietarios de vehículos automotores pagan impuestos de adquisición (IVA, registro), propiedad y automovilismo (combustible) y el monto varía de un país a otro. El IVA en la compra de automóviles en la UE oscila entre 17-27%, siendo Luxemburgo el que tiene las tasas impositivas más bajas y Hungría el más alto. Curiosamente, el IVA se cobra sobre el valor de venta de gasolina y diésel.

La gasolina, que genera más emisiones de CO2, se grava más que el diésel en todos los países excepto en Hungría. Hungría, junto con Rumania, tiene la tasa impositiva promedio más baja sobre el combustible, mientras que Italia, seguida de los Países Bajos y Francia, tiene la más alta. 

Para evitar distorsiones de la competencia, la UE tiene un impuesto especial mínimo establecido que sus miembros deben aplicar a todos los productos energéticos. En general, en promedio, la participación del gobierno en el precio del combustible varía entre 44-59%.

 

ALTAS TARIFAS DE REGISTRO

Las tarifas de registro varían de un país a otro y están entrelazadas con los impuestos de registro. Bulgaria, Estonia, Alemania, Letonia, Luxemburgo y Rumanía son los únicos países en los que se fijan tasas de matriculación de vehículos de motor. En todos los países restantes, las tarifas/impuestos de registro se calculan en función del valor del automóvil, la eficiencia del combustible o las emisiones de CO2. Suecia es el único país que no cobra ningún tipo de tasa/impuesto de registro. 11 de los 27 estados miembros de la UE cobran impuestos basados en el CO2 al comprar el automóvil.

Dinamarca tiene la tasa impositiva de registro más alta, que se calcula en función del valor imponible del automóvil ("el valor imponible del automóvil se define como el precio de venta del concesionario, incluido el margen de beneficio de al menos 9% (beneficio mínimo para el concesionario y el importador combinado) e IVA”). El impuesto de matriculación sube hasta 150% del valor gravable del vehículo, si el valor excede 27,174. Las complicaciones relacionadas con los impuestos de la compra de un vehículo podrían explicar por qué la cantidad de vehículos per cápita en Dinamarca es similar a la de los países de Europa del Este. 

Los países con un PIB per cápita similar tienen una media de 563, mientras que en Dinamarca son 480 vehículos por cada 1000 habitantes. El seguro de automóvil que es obligatorio por ley también está gravado con 25% y por cada día que conduzca un automóvil sin seguro tendrá que paga alrededor de 33 euros, y si te para la policía, te multarán €134.

La UE debería adoptar la neutralidad tecnológica

Se pueden hacer argumentos a favor y en contra de los vehículos eléctricos y de motor de combustión interna. Pero el punto de discusión más importante aquí es que al prohibir la venta de vehículos de motor, la Unión Europea está favoreciendo un tipo de tecnología sobre el otro. Este es el curso de acción equivocado, especialmente a la luz del lento despliegue actual de estaciones de carga y la disparidad en su disponibilidad entre la UE países. La elección debe depender de los consumidores y si las empresas detectan una nueva tendencia de mayor demanda de vehículos eléctricos, cambiarán voluntariamente el proceso de fabricación hacia los vehículos eléctricos. Ni la UE ni ningún otro organismo gubernamental debería exigir o respaldar una tecnología específica. 

Para preservar la elección del consumidor y fomentar la innovación futura, los gobiernos deben adherirse estrictamente a la neutralidad tecnológica y evitar decretar ganadores y perdedores. A veces, lo mejor que se puede hacer es simplemente sentarse y observar, sin interferir, y permitir que los consumidores tomen la decisión que eventualmente ganará.

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AUTORES

<a href="https://consumerchoicecenter.org/team/maria-chaplia/">María Chaplia</a>

María Chaplia

Gerente de investigación
<a href="https://consumerchoicecenter.org/team/arunashvili-anna/">Anna Arunashvili</a>

Anna Arunashvili

Asociado de Gestión del Conocimiento
<a href="https://consumerchoicecenter.org/team/rati-gvasalia/">Rati Gvasalia</a>

Rati Gvasalia

Compañero de investigación
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