Mikołaj Barczentewicz, miembro senior de privacidad del Consumer Choice Center, comentó sobre las conclusiones de política que se pueden extraer del informe.
“Los defectos en el software de Huawei publicados hoy son significativos y se derivan de que Huawei no le da suficiente peso a la seguridad de sus productos al entregar un código bueno y seguro”, dijo Barczentewicz.
“Los consumidores no pueden saber si los fabricantes europeos y estadounidenses lo están haciendo mejor que Huawei en ese aspecto, porque los fabricantes que no sean Huawei no están sujetos al mismo tipo de escrutinio público.
“El caso de Huawei es una oportunidad para introducir una certificación de seguridad efectiva de todos los equipos críticos utilizados en la infraestructura de telecomunicaciones. Los estándares deben ser igualmente rigurosos independientemente de quién sea el fabricante. El código incorrecto puede ser vulnerable sin importar quién lo haya escrito”, dijo Barczentewicz.
“La prohibición del uso de cualquier producto o servicio, incluido el de Huawei, tiene que estar sobre la mesa porque sin esa amenaza, los fabricantes carecerán de incentivos suficientes tanto para tratar la seguridad con seriedad como para demostrar que lo están haciendo.
“Huawei prometió mejorar la seguridad en tres a cinco años. Esto no es suficientemente bueno. Todos los fabricantes deberían sentir una presión real para ofrecer productos seguros ahora, no en un futuro lejano”, dijo Barczentewicz.
“Por supuesto, existe el riesgo de que el gobierno chino influya en Huawei para que actúe de manera que socave la seguridad de los usuarios europeos de los productos y servicios de Huawei. Esta es una razón para ser cauteloso con Huawei, pero no es suficiente para justificar prohibirlo por completo.
“Debemos tener cuidado de hacer solo lo necesario para salvaguardar la seguridad, sin proteccionismo innecesario. Las guerras comerciales dañan a los consumidores”, concluyó Barczentewicz.
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