OTTAWA — El cambio abrupto de 180 grados de Canadá en la promulgación de su controvertido impuesto a los servicios digitales de la era Trudeau es una victoria para los consumidores, afirma un grupo.
En un comunicado emitido el domingo por la nocheEl Centro de Elección del Consumidor elogió la decisión de último momento de Canadá de eliminar el Impuesto a los Servicios Digitales (DST) como una victoria para los consumidores.
“El impuesto iba a ser pagado en su mayor parte por las grandes empresas tecnológicas estadounidenses, que sin duda iban a aumentar los precios a los consumidores canadienses para cubrir la carga fiscal”, dijo David Clement, gerente de Asuntos de América del Norte del centro.
El responsable parlamentario de presupuestos se hizo eco de este hecho, afirmando que se espera que las empresas de los sectores afectados ajusten sus servicios y precios en respuesta a la nueva ley. Evitar esa situación supone una gran victoria para los consumidores canadienses.
Tras semanas de negaciones y días de silencio, el Departamento de Finanzas anunció el domingo por la noche la polémica política de la era Trudeau, que requiere que los servicios digitales no canadienses con ingresos anuales de más de $1.1 mil millones paguen un impuesto de 3% sobre los ingresos de los usuarios canadienses que excedan los $20 millones.
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