El auge de las tiendas minoristas de descuento, en particular Dollar Tree, se ha convertido en un punto de discordia en pequeñas comunidades de todo Estados Unidos, donde las economías locales deben hacer frente a las consecuencias de su proliferación.
Recientemente, la ciudad de Washington, Maine, evidenció este creciente conflicto cuando sus residentes votaron abrumadoramente a favor de una moratoria de seis meses para cualquier proyecto importante no residencial, apuntando directamente a la propuesta de apertura de una tienda Dollar General. Esta decisión refleja la preocupación generalizada entre los residentes locales sobre cómo estas cadenas amenazan la identidad de su comunidad y el sustento de los negocios independientes. Sean Donaghy y su esposa Amy abrieron la tienda Washington General Store en 2015 y rápidamente se convirtieron en figuras queridas de la comunidad. Pero ante la posible amenaza del establecimiento de Dollar General, movilizaron a los vecinos para oponerse a la iniciativa.
“Es un lugar donde a la gente le encanta ir, charlar y tomar un café caliente”, señaló Kathleen Gross, quien se opone fervientemente al proyecto, haciendo hincapié en que la tienda es mucho más que un simple mercado. Para muchos, es el corazón del pueblo. Los residentes están preocupados por el impacto de las tiendas de todo a un dólar en el empleo local, la vitalidad de los negocios y la diversidad de la oferta de productos. Temen no solo por el destino de la tienda, sino también por la identidad de Washington en general.
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