"¿Por qué no debería? Es sabroso, se adapta al paladar local y es relativamente más barato", dice Noraina Salam, ingeniera de 28 años de Shah Alam, cuando le preguntan si prefiere el café local a...
Aunque me decanto por cualquier cosa buena, hay algunas marcas locales que priorizo para cosas como comida, ropa y electrodomésticos. ¿Conoces esa oblea de chocolate con envoltorio rojo? Me encanta.
“Si los productos importados se están volviendo caros, entonces compre productos locales”, dice Noraina, quien se encuentra entre un número cada vez mayor de consumidores malasios que aprecian los productos locales.
Para consumidores como Noraina, comprar local es más que una simple preferencia; se está convirtiendo en una respuesta práctica a los crecientes costos de importación y a la incertidumbre económica mundial.
Ante la creciente probabilidad de que una guerra comercial global incremente aún más el costo de los bienes importados, especialmente con la imposición prevista del "arancel recíproco a todas las naciones del mundo" del presidente estadounidense Donald Trump el 2 de abril, muchos malasios, como Noraina, están reevaluando sus decisiones de compra. Si bien Malasia podría no enfrentarse a aranceles directos, los precios se verán afectados, y las asociaciones de consumidores destacan la oportunidad para que las industrias locales intensifiquen sus esfuerzos y satisfagan la demanda.
Varias asociaciones de consumidores señalan que Malasia ya cuenta con sectores competitivos, incluidos los de alimentación y electrónica, tanto en precio como en calidad.
“Pero comprar productos fabricados en Malasia puede fortalecer las industrias locales, crear empleos y reducir la dependencia de las importaciones, especialmente durante la incertidumbre del comercio mundial”, dice Tarmizi Anuwar, asociada para Malasia en el Consumer Choice Centre.
Leer el texto completo aquí