Retrasos y problemas con los seguros
El sistema de salud de Estados Unidos tiene muchos problemas, pero hay uno importante: las compañías de seguros de salud exigen preautorización para muchos tratamientos y servicios vitales. Dicen que es para mantener bajos los costos, pero en realidad, hace que sea aún más difícil para los pacientes obtener la atención médica que necesitan…cuando Lo necesitan.
Las normas obligatorias de autorización previa retrasan el tratamiento, crean más papeleo para los consultorios médicos e interfieren con la toma de decisiones médicas conjuntas entre médicos y pacientes.
¿La solución? Más transparencia y responsabilidad En cuanto a la cobertura del plan y la reducción de los servicios de atención médica que requieren una autorización previa, los pacientes y los médicos pueden tomar decisiones de atención médica individualizadas y oportunas sin tener que pasar por obstáculos innecesarios. Tener problemas médicos, ya sean de riesgo vital o rutinarios, es lo suficientemente estresante como para no tener que esperar a que los proveedores de seguros den luz verde a su tratamiento.
Efectos sobre la atención al paciente
Cualquiera que haya utilizado alguna vez el sistema de salud sabe que estamos hablando de un espacio en el que la vida literalmente pende de un hilo. El tiempo no está del lado de todos. Las denegaciones de autorización previa pueden provocar retrasos peligrosos en la recepción del tratamiento necesario, que pueden prolongarse durante días o incluso semanas antes de que los consumidores obtengan una respuesta de su proveedor de seguro médico. En 2023, el 22 por ciento de los adultos asegurados por Medicaid experimentado problemas de autorización previa, junto con el 11 por ciento de los asegurados a través de Medicare y el 15 por ciento que utiliza cobertura patrocinada por el empleador.
Probablemente haya escuchado a alguien decir: "Por suerte, lo detectamos a tiempo" al compartir noticias sobre una enfermedad. En muchos casos, las demoras hacen que la condición del paciente empeore tanto que, como resultado de la primera autorización previa, se necesitan autorizaciones previas adicionales para los servicios de atención médica. Las investigaciones muestran que de los adultos que tuvieron más que De cada 10 visitas al médico en 2023, el 31 por ciento experimentó problemas de autorización previa.
En comparación, los adultos que visitaron al médico entre 3 y 10 veces tuvieron problemas de autorización previa en una tasa del 20 por ciento.
Aquellos que visitaron el país sólo 2 veces o menos tuvieron problemas de autorización previa a una tasa del 10 por ciento.
Esto demuestra que quienes necesitan más servicios de salud son los que tienen más probabilidades de que se les nieguen las autorizaciones previas, lo que aumenta las demoras y el daño general a su salud.
Los pacientes con enfermedades graves se encuentran en gran desventaja ante las compañías de seguros de salud.
Digamos que usted padece una enfermedad pulmonar crónica poco común que requiere medicación y tratamiento especiales. Su médico encuentra un tratamiento innovador, pero la compañía de seguros quiere aprobarlo primero. Si la aseguradora etiqueta el tratamiento como "experimental", es probable que le nieguen la autorización previa y se encuentre atrapado en un limbo burocrático mientras su salud continúa deteriorándose, incluso si el médico recomienda tomar medidas.
Los pacientes merecen poder elegir sus tratamientos de atención médica, sin que las compañías de seguros de salud interfieran en las decisiones tomadas entre los pacientes y sus médicos.
Reducir las normas de autorización previa y aumentar la transparencia
Una reforma fácil para aumentar las opciones de los pacientes y mejorar la atención es reducir el número de servicios médicos que requieren autorización previa. En lugar de depender de que las compañías de seguros aprueben los tratamientos de antemano, empoderaríamos a los médicos para que tomen las mejores decisiones con sus pacientes y reduciríamos la intromisión externa.
Además, si las pólizas de seguro fueran más transparentes, los pacientes podrían comparar fácilmente los planes en función de qué tratamientos necesitan autorización previa. Esto generaría competencia entre las aseguradoras y las impulsaría a simplificar, o quizás incluso eliminar por completo, las aprobaciones previas en un intento de atraer a los consumidores.
Las denegaciones de autorización previa revelan un enfoque fallido de la atención médica que prioriza la reducción de costos por sobre la salud del paciente. Al reducir los servicios que requieren autorización previa y aumentar la transparencia de la cobertura por adelantado, podemos eliminar la burocracia innecesaria que frena a los pacientes mediante una mejor prestación de atención médica.
Estos cambios no resolverían todos los problemas del sistema de seguro de salud estadounidense, pero ciertamente nos acercarían a un sistema que priorice la atención al paciente por sobre todo lo demás.