WASHINGTON – Los abogados litigantes esperan integrarse al movimiento Make America Great Again para salvar su acceso a una financiación controvertida, meses después de respaldar a los oponentes del presidente Donald Trump.
Los bufetes de abogados y los financiadores de litigios que históricamente han apoyado las campañas demócratas están luchando para convencer a los legisladores republicanos de que eliminen un nuevo impuesto en la versión del Senado del “Big Beautiful Bill” del presidente Trump que podría diezmar la financiación de litigios de terceros.
Las empresas de TPLF proporcionan a los bufetes de abogados grandes cantidades de dinero para interponer demandas y publicidad con el fin de encontrar miles de clientes a quienes demandar por problemas como la contaminación del agua en Camp Lejeune. A cambio, el financiador recibe un porcentaje de las ganancias.
El impuesto sobre la financiación de litigios se eliminó del proyecto de ley final después de que un parlamentario del Senado afirmara que no cumplía con las normas para aprobar un proyecto de ley por mayoría simple. Esta medida se produjo tras una intensa presión por parte del sector de las TPLF, que previamente había conseguido una reducción del tipo impositivo de 41% a 32%.
Leer el texto completo aquí