Estimado Comisionado Vestager,
Estimado Comisionado Gabriel,
Estimado Comisionado Kyriakides
Gracias al sólido marco de Propiedad Intelectual (PI) con el que está equipada la Unión Europea, hemos podido desarrollar la primera vacuna eficaz contra el COVID-19 en un país europeo, a saber, Alemania, a través del trabajo de una empresa con sede en Europa respaldada por capitalistas de riesgo europeos. La respuesta de muchas empresas farmacéuticas y biotecnológicas innovadoras ha demostrado su importancia para la humanidad, ya que brindan reacciones rápidas ante nuevas amenazas como la pandemia actual.
La próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina. Dada la cantidad de personas que han sufrido e incluso perdido la vida debido a la COVID-19, y el enorme costo económico que ya tiene para los europeos, debemos hacer todo lo posible para fomentar y no sofocar la innovación en Europa.
Esto se puede lograr adoptando la innovación y permitiendo que los inversores que buscan riesgos, como los capitalistas de riesgo y las empresas, se beneficien de sus inversiones. A este respecto, los derechos de propiedad intelectual juegan un factor importante.
La crisis del COVID-19 ha empeorado las finanzas públicas y personales, reduciendo la accesibilidad de las personas a los medicamentos. Si queremos aumentar el acceso a los medicamentos en todas partes de Europa manteniendo nuestros altos incentivos a la innovación, debemos centrarnos en crear más prosperidad: el crecimiento económico es el motor clave para permitir que más personas en todo el mundo accedan a las curas que necesitan. La retórica en voz alta destinada a erosionar los derechos de patente es un ruido de sables peligroso que podría reducir nuestra capacidad de innovar en el futuro y encontrar curas para 95% de esas enfermedades conocidas que aún no podemos curar.
Debemos reconocer que existen disparidades de riqueza entre los Estados miembros de la UE y que no podemos tener un enfoque único para todos en lo que respecta al acceso a los medicamentos. La Comisión de la UE debería centrarse en mantener nuestros excelentes estándares de PI y abstenerse de
intervenir en las normas nacionales de fijación de precios y decisiones de reembolso. Europa alberga la mitad de las 10 principales empresas farmacéuticas del mundo. No debemos poner en peligro esta posición.
Atentamente,
Gianna GANCIA eurodiputada
Fulvio MARTUSCIELLO eurodiputado
Salvatore DE MEO eurodiputado
Eurodiputada Pernille WEISS
Lucía VUOLO eurodiputada
Matteo ADINOLFI eurodiputado
Massimiliano SALINI eurodiputado
Pietro FIOCCHI eurodiputado
Franco BOGOVIČ eurodiputado
Gianantonio DA RE eurodiputado
Eurodiputada Margarita DE LA PISA CARRIÓN
Marzaly AGUILAR, eurodiputada
Stefania ZAMBELLI, eurodiputada
Radan KANEV, eurodiputado
Svenja HAHN, eurodiputada
Hermann TERTSCH, eurodiputado
Klemen GROSELJ, eurodiputado
Carlo CALENDA, eurodiputado
Iván STEFANEC, eurodiputado
Carlo FIDANZA, eurodiputado
Lukas MANDL, eurodiputado
Dominique BILDE, eurodiputado
Elena LIZZI, eurodiputada
Anna-Michelle ASSIMAKOPOULOU, eurodiputada
Simona BALDASSARRE, eurodiputada
BECA Valentino, eurodiputado
Nicola PROCACCINI, eurodiputado
Sergio BERLATO, eurodiputado
Isabel BENJUMEA, eurodiputada
Pavel SVOBODA, eurodiputado
Fred ROEDER, Centro de Elección del Consumidor