El Gobierno de la India ha iniciado una importante modernización de su sistema de documentación de viajes con la introducción del pasaporte electrónico con chip, o e-pasaporte. Esta iniciativa, que forma parte del programa gubernamental Passport Seva Programme 2.0, comenzó en abril de 2024 y ya se está implementando en algunas ciudades.
Esta medida sitúa a la India entre los más de 120 países que han adoptado esta tecnología conforme a las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). El objetivo es ofrecer mayor seguridad, agilizar los trámites de inmigración y facilitar los viajes internacionales.
Pero tras la brillante presentación de la comodidad digital —y un símbolo de chip dorado bajo el símbolo nacional— subyace una preocupación mayor: la privacidad sin protección y la innovación sin supervisión.
¿Qué hay en el chip?
Cada pasaporte electrónico está equipado con un chip de identificación por radiofrecuencia (RFID) integrado en la cubierta posterior. Este chip almacena de forma segura información biométrica, como datos faciales y huellas dactilares, y datos personales, todo ello cifrado con protocolos de seguridad avanzados como el Control de Acceso Básico (BAC; que restringe el acceso al chip a dispositivos de escaneo autorizados) y el Control de Acceso Extendido (EAC; que añade una capa de seguridad adicional para la información biométrica sensible).
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