Reciente votación Morning Consult ha demostrado que los votantes culpan a los centros de datos del aumento de los costos energéticos. Cuando las facturas de energía suben, es comprensible que busquen explicaciones. En la economía actual, los centros de datos, que impulsan la IA, los servicios en la nube, los servicios de streaming y más, son un blanco fácil y natural.
Tanto periodistas como legisladores han estado dando la alarma sobre su uso de electricidad, lo que hace que los consumidores formen un vínculo natural entre ambos.
Sin embargo, los centros de datos no son los principales impulsores del aumento de los costos energéticos, ni son consumidores imprudentes de electricidad. De hecho, innovan constantemente para encontrar maneras de ser disciplinados en su consumo energético. El verdadero desafío no es que la demanda de energía esté creciendo, sino que los legisladores no están adoptando una agenda política que impulse el suministro de energía para que crezca con ella y se mantenga.
Los centros de datos representan una pequeña fracción del consumo energético nacional. En 2023, representaron aproximadamente el 41% del consumo total a nivel nacional. Si bien algunos... proyecciones Si bien esa cifra podría alcanzar 20% para 2030, sigue siendo una fracción en comparación con otros usos industriales o los sectores residencial y de transporte. Considerando lo mucho que ese uso genera, una gran cantidad de procesamiento y acceso inmediato a la información tanto para consumidores como para empresas, resulta increíblemente eficiente.
Dado que la electricidad suele ser uno de los mayores gastos operativos de los centros de datos, los operadores tienen fuertes incentivos para minimizar el desperdicio. Algunas de las innovaciones en las que confían para lograrlo incluyen:
- Sistemas de refrigeración avanzados: el aprovechamiento tanto del enfriamiento por aire exterior como del enfriamiento por líquido reduce drásticamente el consumo de energía para el control de la temperatura.
- El software de gestión de energía y cambio de carga de trabajo ajusta dinámicamente las cargas del servidor para minimizar el desperdicio de electricidad.
- El hardware y los chips altamente personalizados y especializados para tareas informáticas de alta densidad mejoran el rendimiento.
Centros de datos modernos en empresas líderes como Google Utilizan muchas de estas tácticas. Dado que pagan por cada kilovatio-hora que consumen, tienen un fuerte incentivo para ser disciplinados en este sector. Gestionar ese costo les permite ser más eficientes y rentables, generando resultados para los accionistas. Este es un incentivo poco divulgado y subestimado.
Al analizar el panorama nacional, los precios nacionales de la energía se ven impulsados por una multitud de otros factores, como los costos del combustible, los cuellos de botella en la transmisión y las estructuras regulatorias, más que por la demanda energética de los centros de datos. De hecho, como explicó Andy Masley en su... Subpila, La actividad de los centros de datos no ha contribuido a cambios en los costos de electricidad de los hogares, e incluso podría estar asociada con una reducción de costos.
Además, si bien los precios estadounidenses aumentaron 34% entre 2020 y 2025, el aumento quinquenal más rápido en la historia reciente, una análisis muestra que las áreas con altas concentraciones de centros de datos tienen una correlación mínima con los aumentos de tarifas residenciales.
Es imposible ignorar el aumento de la demanda energética. Esto se debe a que el mundo se digitaliza de forma colectiva y rápida. A medida que el mundo aprovecha cada vez más la computación en la nube, la IA, el teletrabajo, el comercio electrónico y los servicios de streaming, la economía en su conjunto se vuelve más intensiva en datos. El crecimiento que observamos refleja una transformación económica más amplia que se avecina, no un indicador de despilfarro.
Cuanto más se integre la informática en nuestros diversos sectores, mayor capacidad de centros de datos necesitaremos. Es importante destacar que esta demanda se genera mediante la creación de valor real: mejores servicios, empresas más eficientes y competitividad global. Al suprimir artificialmente dicha demanda mediante políticas deficientes, los legisladores estarían optando activamente por empeorar la situación de sus electores al frenar el crecimiento.
Si la demanda de energía está aumentando, la respuesta no es recortarla. Es para construir!
El verdadero cuello de botella no es la demanda de los centros de datos, sino nuestra reticencia a liberar la capacidad de ampliar la generación y la transmisión para satisfacer esa demanda.
En muchos estados, la construcción de nuevas plantas de generación de energía, la modernización de subestaciones y la construcción de nuevas líneas de transmisión se enfrentan a largas demoras en la tramitación de permisos, obstáculos regulatorios y oposición local. Esto ralentiza la respuesta del suministro, reduce la energía disponible y agrava el problema que preocupa a los consumidores: el aumento de precios.
En lugar de centrarnos en denigrar los centros de datos, deberíamos fomentar políticas que:
- Agilizar el proceso de permisos para centrales eléctricas e infraestructura de transmisión
- Reducir la fricción regulatoria en torno a las actualizaciones y la expansión de la red
- Fomentar la inversión privada en capacidad de generación y transmisión.
- Permitir una expansión tecnológicamente neutral. Cualquier potencia que satisfaga las necesidades de forma óptima y económica.
Permitir que la oferta se expanda en respuesta a los aumentos de la demanda en última instancia permite que los precios se estabilicen, que haya una expansión sólida de la red y que la economía pueda continuar su trayectoria de crecimiento.
En definitiva, los centros de datos no son los villanos del sector energético. Operan bajo una presión económica implacable para minimizar el desperdicio y generar un valor inmenso en el proceso.
Si Estados Unidos quiere seguir siendo líder en la era digital, debe hacer su parte para garantizar la potencia necesaria para que esas tecnologías prosperen. Desarrollar el suministro. Preparar la red para el futuro. Permitir que la innovación contribuya a impulsar el crecimiento económico.
Aunque algunos defensores prefieren sermonear a los votantes sobre el "consumo excesivo" de los centros de datos, ignoran la pregunta fundamental: ¿por qué es un problema, en primer lugar? ¿Por qué no tenemos la capacidad para apoyarlo? Abordar estas preguntas resolverá los conflictos clave en torno a este asunto.
James Czerniawski es el jefe de políticas de tecnología emergente en el Consumer Choice Center.

