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A lo largo de la pandemia, la economía colaborativa ha demostrado ser uno de los modelos más resistentes de interacción humana.

Las aplicaciones de entrega de alimentos jugaron un papel importante en la preservación de nuestra cordura durante las cuarentenas y los cierres, y las aplicaciones de transporte nos permitieron ver a nuestros seres queridos cuando el transporte público era inaccesible. Sin embargo, como resultado de las restricciones de viaje, algunos sectores de la economía colaborativa han sufrido graves pérdidas. 

El último índice de economía compartida del Consumer Choice Center examina el impacto que ha tenido la pandemia en la economía compartida en 50 ciudades a nivel mundial. El objetivo principal del índice es informar a los consumidores sobre la variedad de servicios de economía colaborativa disponibles. Para medir la simpatía de la economía compartida global, el índice analiza la disponibilidad y el acceso a los servicios de transporte compartido, pisos compartidos, e-scooters, uso compartido de automóviles profesionales, alquiler de automóviles entre pares y uso compartido de gimnasios. 

Algunos gobiernos han tratado de utilizar la pandemia como pretexto para imponer mayores restricciones a las opciones de los consumidores en dichos campos. Por ejemplo, en junio de 2020, Ámsterdam prohibió que los alquileres de alojamiento a corto plazo, incluido Airbnb, operaran en los tres distritos de su centro histórico. Afortunadamente, la prohibición fue anulada en marzo de este año. 

De manera similar, en junio de 2020, el alcalde de Lisboa se comprometió a “deshacerse de Airbnb” una vez que termine la pandemia de coronavirus. Sin embargo, Airbnb todavía está disponible en la ciudad y, con suerte, seguirá siéndolo.

Según los resultados del Índice de Economía Colaborativa 2021, las 10 principales ciudades según el índice son Tallin, Tbilisi, São Paulo, Riga, Vilnius, Varsovia, Kyiv, Ciudad de México, Oslo, Estocolmo.

Por otro lado, Minsk, La Valeta, Ámsterdam, La Haya, Bratislava, Ljubljana, Nicosia, Sofía, Tokio, Atenas, Ciudad de Luxemburgo se encuentran al final de la lista.

Europa del Este sigue teniendo una actitud más liberal hacia la economía colaborativa, mientras que los países de Europa occidental y central se apegan al enfoque restrictivo. Ambas capitales nórdicas, Estocolmo y Oslo, se encuentran entre las principales ciudades amigables con la economía colaborativa del mundo. Del mismo modo, sus vecinos del norte de Europa (Tallin, Vilnius y Riga) también obtienen la puntuación más alta en el índice. 

Tallin sigue siendo la ciudad más favorable a la economía colaborativa. Su bajo nivel de regulación de los servicios de viajes compartidos y compartidos junto con la apertura a los scooters eléctricos y la innovación sobresaliente en el espacio digital ayudaron a llevarlo al primer lugar. Estonia es bien conocida por su estado digital en auge, y el hecho de que incluso haya una aplicación para niños que comparte el automóvil refuerza este hecho.

Aunque los resultados del Índice 2021 no fueron significativamente diferentes a los del año pasado, y las ciudades de Europa del Este y del Norte parecen liderar el intercambio entre pares, hay señales de que esto también podría cambiar pronto. A medida que los servicios de economía colaborativa ganan popularidad, la tentación de regularlos en exceso crece exponencialmente. La capital de Ucrania, Kyiv, por ejemplo, pronto podría convertirse en la próxima ciudad europea en prohibir los patinetes eléctricos en las aceras. 

Europa necesita abordar la regulación de la economía colaborativa de manera inteligente, y eso implica poner a los consumidores y sus necesidades en primer lugar. Los impuestos excesivos y la burocracia en forma de varios permisos hacen más daño que bien y hacen que los consumidores paguen la factura. A medida que nos recuperamos de la pandemia, debemos animar a los europeos a que intercambien de forma efectiva sus activos entre sí y a sacarles el máximo partido. La mejor manera de hacerlo es no salirse del camino.

Publicado originalmente aquí.

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