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del trabajo promesa prohibir los aviones privados por su impacto ambiental puede ser pura política electoral, pero también es un recordatorio oportuno para pensar en el mejor enfoque para abordar el cambio climático y el deterioro ambiental.

Hay dos formas principales de responder a una situación de emergencia: hacer sonar las alarmas en un esfuerzo por neutralizar el peligro rápidamente o dar un paso atrás para evaluar adecuadamente el problema sin ceder a la presión emocional.

En el caso del cambio climático, el primer enfoque claramente ha prevalecido. Los gustos de Extinction Rebellion advierten sobre una muerte inminente, y Alexandrio Ocasio-Cortez predice el fin del mundo en poco más de una década. Sus 'soluciones', como tratar de descarbonizar toda la economía británica en poco más de cinco años, también apestan a alarmismo.

El alarmismo del cambio climático ha tenido un éxito inmenso en la promoción de todo tipo de prohibiciones, restricciones dietéticas e impuestos. Estas medidas están lejos de ser una panacea, especialmente a largo plazo. Además, para lograr los resultados deseados, deben aplicarse de manera coherente y en todos los niveles de gobierno. Es por esta razón que están condenados al fracaso: siempre habrá oportunistas, aquellos que encontrarán la manera de seguir su dieta rica en carne o evitar pagar impuestos.

Más allá de este tipo de alarmismo, una de las formas más efectivas de combatir el cambio climático es a través de la innovación en la agricultura.

La agricultura orgánica es atractiva porque es "natural" y, por lo tanto, está asociada con una mayor seguridad alimentaria, pero potencialmente puede hacer más daño que bien si decidimos apegarnos a ella. En 2017, investigadores del Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica de Suiza estimaron que si el mundo decidiera convertirse completamente a la agricultura orgánica, necesitaríamos entre 16 y 811 TP2T más tierra para alimentar al planeta.

La dependencia excesiva de los recursos naturales limitados, como en el caso de la agricultura orgánica, es significativamente más peligrosa que los impuestos. La población mundial está creciendo y necesitamos alimentos. La promoción de productos orgánicos promete proporcionar menos cantidad justo en el momento en que más la necesitamos.

La buena noticia es que liberar el potencial de la ingeniería genética, lejos de ser una tecnología 'Frankenstein', es un arma poderosa en la lucha contra el deterioro ambiental. Con la ayuda de la edición del genoma, podríamos disminuir nuestra dependencia de los recursos naturales y minimizar el uso de fertilizantes y pesticidas. La creación de cultivos tolerantes a la sequía y al calor reduciría la necesidad de deforestar áreas silvestres para liberar más tierra para fines agrícolas. Y podríamos ayudar a combatir la sobrepesca reemplazando el aceite de pescado con canola EPA/DHA (ácidos grasos omega-3).

Los beneficios de la ingeniería genética son asombrosos, pero muy a menudo se descartan debido a afirmaciones de seguridad alimentaria no comprobadas y los riesgos asociados con la alteración de la agricultura. Los científicos han rechazado repetidamente la idea de que los alimentos modificados genéticamente son menos seguros que los cultivados de forma convencional. El problema real, al parecer, es la resistencia humana al cambio, junto con historias de miedo mal informadas y no científicas.

El costo humano de esta resistencia al cambio puede ser asombroso. Toma arroz dorado: un Nuevo libro estima que millones de personas han muerto o se han quedado ciegas innecesariamente porque se les negó el acceso a este alimento milagroso debido a una combinación de regulaciones demasiado entusiastas y campañas contra los transgénicos equivocadas.

Esto no es nada nuevo, por supuesto. A lo largo de la historia, la gente se ha mostrado escéptica, o incluso temerosa, ante la innovación. Y, sin embargo, ha persistido contra viento y marea y ha mejorado nuestras vidas de maneras que alguna vez fueron inimaginables. Deberíamos hacer frente a los alarmistas y darle a la ingeniería genética la oportunidad de alimentar al mundo y ayudar a salvar el planeta.


Para obtener más información sobre salud y ciencia, consulte nuestros otros artículos aquí.


El Consumer Choice Center es el grupo de defensa del consumidor que apoya la libertad de estilo de vida, la innovación, la privacidad, la ciencia y la elección del consumidor. Las principales áreas políticas en las que nos centramos son digital, movilidad, estilo de vida y bienes de consumo, y salud y ciencia.

El CCC representa a los consumidores en más de 100 países de todo el mundo. Supervisamos de cerca las tendencias regulatorias en Ottawa, Washington, Bruselas, Ginebra y otros puntos críticos de regulación e informamos y activamos a los consumidores para que luchen por #ConsumerChoice. Obtenga más información en 
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