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Rincón de los formuladores de políticas

El rincón de los responsables políticos es una sección del Consumer Choice Center dedicada a dar voz a los legisladores, responsables políticos y eurodiputados.

La eurodiputada Gianna Gancia sobre los riesgos de los medicamentos falsos

Los medicamentos falsificados suponen un riesgo real para la salud del consumidor. Dada la actual pandemia de coronavirus y los numerosos problemas que plantean las restricciones a la libertad individual decididas por la mayoría de los países, me preocupa que cada vez más europeos recurran a proveedores en línea cuestionables: esto se debe a que los políticos y los medios de comunicación no son responsables de informar adecuadamente. ciudadanos, causando pánico.

La OCDE y la EUIPO han publicado un informe que destaca los problemas de los medicamentos falsificados para los consumidores en Europa y en todo el mundo. Un marco regulatorio de comercio electrónico farmacéutico transparente y sólido puede ayudar a combatir a los malos y proteger la salud de los europeos, compensando la aparente confusión causada por información engañosa.

Como eurodiputado, estoy profundamente convencido de que la UE debería actuar con rapidez en este sentido, animando a algunos Estados miembros a levantar algunas restricciones a las farmacias online certificadas y dando la posibilidad de obtener una receta que aproveche la innovación tecnológica del sector. público: el microchip incorporado en nuestro DNI electrónico es un certificado de autenticidad que podría permitir una amplia gama de servicios en línea para los ciudadanos europeos. Un acceso más reducido a los profesionales legales disminuye el riesgo de que los consumidores compren accidentalmente con un proveedor de productos farmacéuticos ilícitos.

Este es un problema de salud pública y puede ofrecer a la UE una herramienta adicional para implementar una acción fuerte y decisiva contra COVID-19.


Las opiniones expresadas aquí pertenecen a los autores y no reflejan necesariamente la política oficial o la posición del Consumer Choice Center. Cualquier contenido proporcionado por nuestros bloggers o autores es de su opinión.


Consumer Choice Center es el grupo de defensa del consumidor que apoya la libertad de estilo de vida, la innovación, la privacidad, la ciencia y la elección del consumidor. Las principales áreas políticas en las que nos centramos son digital, movilidad, estilo de vida y bienes de consumo, y salud y ciencia.

El CCC representa a consumidores en más de 100 países alrededor del mundo. Supervisamos de cerca las tendencias regulatorias en Ottawa, Washington, Bruselas, Ginebra y otros puntos regulatorios críticos, e informamos y empoderamos a los consumidores para que luchen por #ConsumerChoice. Obtenga más información en consumerchoicecenter.org

Javier Fernández-Lasquetty sobre la libertad y la innovación en la era del coronavirus

La crisis sanitaria del COVID-19 ha puesto de manifiesto, por un lado, las debilidades en la forma en que hemos concebido nuestros sistemas institucionales durante los últimos sesenta años. Por otro lado, cómo los mercados intervenidos y dirigidos se vuelven particularmente ineficientes en tiempos de crisis. 

Así, de las muchas respuestas que vemos todos los días, son aquellas que surgen espontánea y libremente las que ofrecen respuestas más rápidas y efectivas. El orden espontáneo vuelve a ser la mejor respuesta a la compleja y petrea estructura del Estado.

La gestión de la provisión de material sanitario y medicamentos es actualmente uno de los puntos más débiles de nuestros sistemas sanitarios, no por su falta de eficacia, sino por la lentitud de respuesta. Esta lentitud se debe precisamente al exceso de control por parte de las autoridades públicas que, en muchos países, ha provocado una intolerable lentitud en la compra de productos tan básicos como medios de protección de los trabajadores sanitarios. 

Si es importante la dotación de medios de protección, lo es especialmente, por la urgencia, cómo gestionar de forma rápida y segura las nuevas investigaciones y el posterior patentamiento de medicamentos y/o vacunas para frenar la pandemia. 

En mi opinión, hay que prestar atención a ambos aspectos. La urgencia de la búsqueda de una vacuna puede dar lugar a la aparición de proveedores en el mercado negro debido a los protocolos de validación y a las diversas pruebas que tiene que pasar cualquier fármaco en el mercado ordinario, pruebas que pueden ser ignoradas en el mercado negro, o aplicadas con menos cuidado. El problema con esto es que, si no se presta la debida atención al segundo aspecto, gestionar la investigación y las patentes de forma rápida y segura, no solo se pueden causar graves daños a la salud de las personas, sino que también se pueden robar patentes para fabricar el medicamento en mercados paralelos. fuera de los controles médicos, con evidentes consecuencias. 

Creemos que la seguridad en la creación de medicamentos y vacunas debe ser especialmente buscada por las instituciones, sin distinguir entre públicas y privadas. Esta circunstancia implica no sólo garantizar que se cumplan los controles oportunos sino también proteger la propiedad en la creación de los mismos ya que, de lo contrario, se desincentivaría la investigación, especialmente en el ámbito privado. Sin duda, proceder de esta forma acarrearía dificultades para encontrar soluciones a estos problemas médicos al dejar fuera del circuito productivo a un importante agente que, como se ha demostrado en la gestión de esta crisis sanitaria, presta una importante y necesaria ayuda al sector público.

No es descabellado recordar que los tiempos de crisis son tiempos de oportunidad, incluso en circunstancias tan graves como las actuales. Es en ellos donde se encuentran oportunidades en las debilidades del sistema para que, con ingenio y creatividad, se mejore y se busquen nuevas oportunidades de crecimiento. 

Es necesario en este punto apelar a la innovación disruptiva. La mejor lección que ya nos deja esta terrible crisis sanitaria es que sólo a través de la cooperación espontánea y voluntaria, la libre creación y la ausencia de trabas burocráticas en la búsqueda de soluciones seremos eficientes.

Javier Fernández-Lasquetty
Consejero de Hacienda. Comunidad de Madrid (España)
Ex consejera de Sanidad. Comunidad de Madrid (España)

Las opiniones expresadas aquí pertenecen a los autores y no reflejan necesariamente la política oficial o la posición del Consumer Choice Center. Cualquier contenido proporcionado por nuestros bloggers o autores es de su opinión.

Consumer Choice Center es el grupo de defensa del consumidor que apoya la libertad de estilo de vida, la innovación, la privacidad, la ciencia y la elección del consumidor. Las principales áreas políticas en las que nos centramos son digital, movilidad, estilo de vida y bienes de consumo, y salud y ciencia.

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La eurodiputada Isabel Benjumea sobre el COVID-19

La terrible pandemia del COVID-19 que estamos viviendo trae consigo no solo un desastre sanitario y humanitario sino también una crisis económica, social y política. Ante este tema, no debemos olvidar que los momentos de debilidad y crisis abren el camino a intervencionistas y estatistas de todas las filiaciones políticas, quienes intentarán aprovechar estos momentos de tremenda incertidumbre para impulsar sus dogmas en sociedades llenas de miedo. .  

El confinamiento de los ciudadanos como principal medida de prevención frente al virus y los amplios poderes canalizados por los gobiernos al respecto pueden interpretarse como la salvaguardia ideal para hacer cumplir los dogmas estatistas. Uno de ellos dice lo siguiente, “solo el estado es capaz de protegerte de esta amenaza [coronavirus] solo el Estado tiene una comprensión clara de lo que está sucediendo y actúa en ese sentido (monopolizando así la información y la verdad), es el Estado que marca los tiempos y que administra tu vida cotidiana… Ergo: es el Estado el que al final te salvará”.

Sin embargo, como suele ser el caso, la realidad se impone a la utopía y los hechos a los sueños dogmáticos. Veamos lo que está pasando en España, mi país de origen, que también es, lamentablemente, uno de los países más afectados por esta terrible pandemia.

Ante las medidas centralizadoras e intervencionistas de un gobierno socialista poco libertino, la iniciativa privada ha sabido hacer frente a la exasperante lentitud de la gestión gubernamental. Mientras el gobierno central amontonaba material sanitario para asegurar una distribución justa y equitativa, diferentes empresas se juntaron para comprar material sanitario y traerlo a nuestro país. Mientras este gobierno se perdía en trámites burocráticos y ruedas de prensa sin periodistas, la colaboración público-privada en regiones y ciudades permitió la adquisición de material, la gestión directa de la emergencia sanitaria pública e incluso la construcción o adecuación de nuevos hospitales. Mientras el gobierno socialista vende supuestas ayudas para incrementar el gasto público, pequeñas, medianas y grandes empresas, junto a donantes particulares, están entregando miles de ayudas y aportaciones para luchar contra el virus y ayudar a los colectivos más vulnerables y afectados.

Si permitimos que la propaganda estatal habitual manipule la realidad y compense lo que está sucediendo, la era posterior al coronavirus podría significar un peligroso regreso a un pasado oscuro. Todas las soluciones a esta crisis y todas las contribuciones para construir el futuro deben, como siempre, provenir de instituciones efectivas y responsables con poder limitado. Y deberían adoptar una iniciativa privada fuerte y asumir su papel en la búsqueda global de la solución más sensata.

Y también tengamos claro que aquellos que se han apoderado de todo el poder no querrán renunciar a él fácilmente. Un gobierno incontrolable que ha tenido la oportunidad de gestionar la vida cotidiana de sus ciudadanos no cederá ese poder. Por eso debemos tomarlo todo en serio e insistir en que se preserven todos y cada uno de los derechos individuales cedidos en esta crisis.

Es esencial comprender estos peligros potenciales antes de elegir un plan de acción. Antes de aprobar una legislación en los campos de la salud, fiscal, laboral o social, debemos tener claros los peligros que se avecinan y el camino a seguir.

Más concretamente, en relación al suministro de medicamentos y material sanitario, anteriormente he puesto como ejemplo el caso español: hasta ahora ha sido una colaboración público-privada la que ha ayudado a encontrar una salida al estancamiento en el que se encontraba el país. Y debe haber normas y reglamentos, por supuesto, siguiendo la sencilla máxima: “pocos y claros”.

La hiperregulación y burocracia que bloquea los canales de suministro encarece los productos y retrasa su entrega y posterior distribución. Aceleremos las compras limitando los controles de seguridad. La liberalización del sector farmacéutico, permitiendo la venta de medicamentos que no necesitan receta médica fuera de las oficinas de farmacia y online. También es crucial reducir la carga que enfrenta el sector farmacéutico tanto en su organización interna como en la creación de nuevas empresas. Esto puede ayudar a reducir el precio de los productos.

Junto a esta liberalización, las instituciones deben centrar sus regulaciones en asegurar la calidad de los productos, especialmente en áreas tan importantes como la salud. Evidentemente, la existencia de patentes que tienen que superar todos los exigentes filtros de seguridad y calidad es absolutamente justificable. Al mismo tiempo, velan por el interés de la investigación privada, necesaria para el beneficio público y de la salud. Pero también será papel de las instituciones facilitar la gestión de las patentes, para evitar monopolios y abusos en el mercado que puedan impedir la libre competencia y su consecuente abaratamiento del precio del producto. 

Las medidas liberalizadoras combinadas con el marco de seguridad que deben proporcionar las instituciones, la reducción y simplificación de la hiperregulación que retrasa la gestión de soluciones y la colaboración público-privada en la búsqueda de soluciones son el camino a seguir. Y la clave es que estos no son dogmas ideológicos; son lecciones extraídas de la observación de lo que sucede; de examinar la desastrosa realidad.


Las opiniones y opiniones expresadas aquí son de los autores y no reflejan no obstante la política oficial o la posición del Centro de Elección del Consumidor. Cualquier contenido proporcionado por nuestros bloggers o autores es de su opinión.


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