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Hoy temprano, Americans for Tax Reform publicó una carta firmada por 36 organizaciones nacionales y estatales líderes que representan a millones de contribuyentes y consumidores en todo Estados Unidos instando a la Administración de Drogas y Alimentos a rechazar una propuesta de prohibición de cigarrillos mentolados. Esta carta se suma a una carta similar firmada por 27 organizaciones de libertad civil y justicia racial organizadas por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), y demuestra una abrumadora oposición bipartidista a esta propuesta.  

La carta señaló el impacto social devastador de criminalizar una actividad realizada por más de 18 millones de estadounidenses, principalmente de comunidades minoritarias, afirmando que “si se promulgara esta propuesta, es inevitable que conduzca a más confrontaciones entre individuos y las fuerzas del orden y rompa reducir la confianza aún más. Además, al desviar los recursos de aplicación de la ley para prevenir la venta de cigarrillos mentolados, esta política reducirá los recursos disponibles para la prevención y resolución de delitos violentos y contra la propiedad”. 

La carta continuó: “Además, llamamos su atención sobre el hecho de que cualquier análisis exhaustivo de los datos de las jurisdicciones donde se han prohibido los productos mentolados demuestra que, mientras que la mayoría de los usuarios cambian a cigarrillos sin mentol, más del 20% de los fumadores mentolados se cambiaron a compra de productos ilícitos a través del mercado negro. Esto no solo pone a todas las partes involucradas en riesgo de involucramiento policial, sino que el mercado ilícito del tabaco está cada vez más dirigido por sofisticados sindicatos criminales internacionales, a menudo con vínculos con el tráfico sexual, el lavado de dinero e incluso, cada vez más, con el terrorismo”. 

Por estas razones, como se señala en la carta, el Departamento de Estado de EE. UU. ha calificado explícitamente el contrabando de tabaco como “una amenaza para la seguridad nacional”. 

La carta también reconoció la importancia de promover la reducción de daños sobre la prohibición, escribiendo: “Si la FDA desea reducir las tasas de tabaquismo, la mejor manera de hacerlo no es a través de prohibiciones, sino adoptando nuevas tecnologías que salvan vidas para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. La ciencia ahora es abrumadora de que la forma más efectiva para que los fumadores dejen de fumar es mediante el uso de alternativas de tabaco de riesgo reducido no combustibles, que van desde dispositivos de vapor y "calor para no quemar", hasta sistemas de administración de nicotina oral o tabaco suelto húmedo (que el La FDA ya permite que se comercialice como una reducción del riesgo de cáncer para las personas que hacen el cambio). 

La carta concluyó instando a la FDA a “participar en la formulación de políticas basadas en evidencia y adoptar nuevas tecnologías y sistemas alternativos de administración de nicotina que han demostrado que podrán salvar millones de vidas estadounidenses”. 

Publicado originalmente aquí.

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